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Estas son las variantes de la COVID-19 que plantean dificultades en la lucha mundial contra la pandemia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió cuatro de las mutaciones que han surgido hasta ahora como 'variantes de preocupación' y ocho como 'variantes de interés'.

Emre Aytekin  | 25.06.2021 - Actualızacıón : 25.06.2021
Estas son las variantes de la COVID-19 que plantean dificultades en la lucha mundial contra la pandemia Los pacientes reciben atención contra la COVID-19 en una UCI en la Clínica Nueva el Lago en Bogotá, Colombia el 11 de junio de 2021. Archivo ( Juancho Torres - Agencia Anadolu)

Ankara

La aparición de nuevas cepas con la propagación del coronavirus conlleva nuevas dificultades e incertidumbres en la lucha contra la pandemia.

La COVID-19 ha ido cambiando con el tiempo, como cualquier otro virus. Si bien los rasgos esenciales del virus siguen siendo los mismos, algunos cambios que se describen como "mutaciones" pueden dar lugar a diferencias considerables en las características básicas y, en consecuencia, en los efectos.

Los científicos señalan la facilidad con la que se propagan las mutaciones de COVID-19, el entorno de la enfermedad, el nivel de inmunidad de las vacunas y el éxito de las medidas de diagnóstico, tratamiento y protección.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió cuatro de las mutaciones de COVID-19 que han surgido hasta ahora como una "variante de preocupación" (VOC, por sus siglas en inglés) y ocho como una "variante de interés" (VOI, por sus siglas en inglés).

La Organización advirtió que las variantes de preocupación están asociadas con "aumento de la transmisibilidad o cambio perjudicial en la epidemiología de la COVID-19, aumento de la virulencia o cambio en la presentación clínica de la enfermedad; o disminución de la efectividad de las medidas sociales y de salud pública o de los diagnósticos disponibles, vacunas, terapéutica".

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Las otras ocho variantes definidas como variantes de interés, sin embargo, han sido "identificadas como causantes de transmisión comunitaria2 / múltiples casos / conglomerados de COVID-19, o se han detectado en varios países".

El 31 de mayo, la OMS decidió nombrar las variantes, que anteriormente habían recibido el nombre de los países de donde surgieron, con letras del alfabeto griego.

En consecuencia, los cuatro VOC se denominaron alfa, beta, gamma y delta, mientras que los ocho VOI se denominaron épsilon (dos variantes), zeta, eta, theta, iota, kappa y lambda.

Hasta ahora, los científicos han detectado más de 4.000 mutaciones en la estructura del virus COVID-19.

La mayoría de las variantes que se clasifican como VOC y VOI son el resultado de cambios en la proteína de pico, que permite que el virus se adhiera a las células humanas.

Cepa alfa

La cepa B.1.1.7, detectada en el Reino Unido en septiembre de 2020 por primera vez y luego denominada alfa, fue la primera mutación de COVID-19 que la OMS definió como una variante preocupante.

En un estudio realizado por el Centro de Modelado Matemático de Enfermedades Infecciosas de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM, por sus siglas en inglés), se descubrió que la variante era entre un 43% y un 90% más contagiosa que el tipo nativo (fenotipo natural) de COVID- 19 en las muestras examinadas en el Reino Unido.

Se observó un aumento similar en el rasgo de contagio en estudios realizados en Dinamarca, Suiza y Estados Unidos.

Sin embargo, también surgieron diferentes hallazgos en cuanto a la variante que revelaron una mayor tasa de mortalidad. La variante alfa causó 71% más muertes según LSHTM, 70% según la Universidad de Exeter, 65% según Servicio de Salud Pública de Inglaterra y 36% según Imperial College London, en comparación con cepas de COVID-19 anteriores observadas en el Reino Unido.

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Los expertos, por su parte, indicaron que los hallazgos se obtuvieron al examinar un número limitado de muestras, subrayando que no es posible llegar a una conclusión de que la letalidad haya aumentado en la población general.

Con las cepas extendidas durante el otoño de 2020 y convirtiéndose en el tipo COVID-19 dominante, se observó un aumento drástico en el número de casos en los meses de invierno en el Reino Unido.

El Gobierno británico tuvo que implementar toques de queda y medidas de cuarentena una vez más en todo el país el 4 de enero.

Cepa beta

B.1.351, o variante beta, se detectó por primera vez en Sudáfrica en octubre de 2020, en un asentamiento cerca de la bahía de Nelson Mandela.

Se estima que la variante beta, que se cree que mutó en mayo de 2020, es la primera mutación de COVID-19 que ha surgido entre las cepas definidas como variantes de preocupación por la OMS.

Se observó que la variante era más común entre individuos jóvenes sin antecedentes de enfermedades agudas y presentaba un mayor riesgo de enfermedad grave en el grupo de edad en comparación con el tipo nativo de COVID-19.

Se cree que la propagación de la variante ha contribuido al aumento de casos en Sudáfrica desde el otoño de 2020, hasta principios de 2021.

Al compartir similitudes con la variante alfa, la cepa beta crea mutaciones adicionales en la proteína de pico y ha generado preocupaciones de que el virus pueda desarrollar resistencia a las vacunas y aumentar el contagio del virus.

Los fabricantes de vacunas Johnson & Johnson, Pfizer-BionTech, AstraZeneca-Oxford, Sinopharm y Moderna informaron que la variante reduce la protección de las vacunas COVID-19 y desarrolla resistencia contra los anticuerpos.

Cepa gamma

La variante P.1, detectada por primera vez en Japón en pasajeros que viajaban desde Brasil en enero de 2020 y luego denominada "gamma", también se encontraba entre las mutaciones de COVID-19 descritas por la OMS como una variante preocupante.

Se sabe que la variante causa 17 cambios en los aminoácidos del virus. Diez de estos afectan la proteína de pico, que permite que el virus se adhiera al cuerpo humano.

Se estima que la cepa fue responsable en el repentino aumento de casos en la ciudad de Manaos, la capital del estado brasileño de Amazonas, a principios de 2021.

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En la investigación de análisis de sangre, realizada en octubre de 2020, se descubrió que el 76% de los residentes de la ciudad tenía anticuerpos desarrollados contra COVID-19, que estaba por encima de la tasa del 67%, lo que indica inmunidad colectiva.

Sin embargo, la aparición de la nueva ola de una pandemia en la ciudad en enero de 2021 generó preocupaciones de que el cambio en el virus hiciera que la protección de anticuerpos naturales del cuerpo contra el tipo nativo fuera ineficaz y pudiera desarrollar resistencia a las vacunas.

Cepa delta

Detectada por primera vez en la India en octubre de 2020 y llamada doble mutante, la 1.617.2 fue la última mutación de COVID-19 descrita por la OMS como una variante preocupante.

Se estima que la variante Delta del virus, que causa mutaciones en la proteína de pico que pueden afectar la infecciosidad y la resistencia a los anticuerpos, fue responsable de la segunda ola de la pandemia, que comenzó en marzo en India y aumentó el número diario de casos, hasta 400.000.

El Servicio de Salud Pública de Inglaterra advirtió, después de una evaluación en mayo, que la tasa de propagación de la variante delta es de un 51% a 67% más alta que la variante alfa.

La OMS anunció, el 19 de junio en un comunicado, que se esperaba que la variante delta, altamente contagiosa, se convirtiera en la cepa dominante en todo el mundo.

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La variante delta, que causa síntomas similares a los de la gripe, como dolor de cabeza, sequedad en la garganta, secreción nasal y fiebre, difiere del entorno de la enfermedad visto en los tipos anteriores de COVID-19 con neumonía, gripe, tos, estrés respiratorio y dolor de espalda.

Se detectó que la variante delta había desarrollado un cierto nivel de resistencia a las vacunas.

En una investigación sobre el efecto de una vacuna inactiva que la compañía Bharat Biotech desarrolló contra el tipo nativo de COVID-19 en cepas de virus, el Consejo Indio de Investigación Médica (ICMR, por sus siglas en inglés) reveló que la vacuna logró inactivar las mutaciones en familia de la B. 1.617.

El Servicio de Salud Pública de Inglaterra señaló que las vacunas de Pfizer-BionTech y AstraZeneca-Oxford fueron 88% y 33% efectivas, respectivamente, después de la primera dosis contra la cepa delta, mientras que la vacuna Pfizer-BionTech fue 88% y la de AstraZeneca-Oxford fue 60% efectiva después de la segunda dosis.

En estudios clínicos, ambas vacunas habían demostrado una eficacia superior al 90% contra el virus nativo de COVID-19.

Cepa delta plus

El Ministerio de Salud de la India anunció que una mutación derivada de la variante delta, que apareció por primera vez en abril de 2021, se ha clasificado como una variante preocupante.

Se afirmó que la mutación adicional denominada AY.1 hizo que el virus se propagara y se una a las células pulmonares más fácilmente y aumentara la resistencia al tratamiento con anticuerpos.

Si bien la variante delta plus se ha detectado en unas 40 personas en tres estados de la India, se ha extendido a otros nueve países: EEUU, Reino Unido, Portugal, Suiza, Japón, Polonia, Nepal, Rusia y China.

Los científicos enfatizan que aún no hay suficientes datos para considerar la nueva mutación como una variante de preocupación.

*Juan Felipe Vélez Rojas contribuyó con la redacción de esta nota.


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