El candidato a la presidencia del gobierno español, Pedro Sánchez, no fue ungido como presidente durante la primera votación de investidura en el Congreso de los Diputados.

Con 166 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones, Sánchez volverá a intentar ser elegido como líder del Gobierno de España en una votación que se llevará a cabo el próximo 7 de enero. 

Para ser elegido como presidente Sánchez requería de 176 sufragios a favor. 

Tras finalizar el proceso de votación, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, dijo que "no habiendo alcanzado el candidato propuesto la mayoría absoluta, procede someter la misma propuesta a votación 48 horas después".

En la jornada de este domingo los partidos que apoyaron la investidura del político socialista fueron el PSOE, Podemos, el PNV y los nacionalistas vascos de EH Bildu. 

En este contexto, y de cara a la próxima votación de investidura preparada para el martes, Sánchez no necesitará alcanzar un margen de 176 votos para ganar. Solamente requerirá que la cantidad de sufragios a favor sea mayor que la de los votos en contra. 

Como se dice en los pasillos del Congreso de Disputados: “Sánchez necesita más síes que noes”, nada más.

Entre las propuestas de gobierno que Sánchez remarcó en su discurso de investidura el pasado sábado destaca la iniciativa que él define como “patriotismo social”, lo cual está relacionado con elevar los impuestos a las rentas más altas para, de esta manera, poder financiar programas sociales.

Además, subrayó la importancia de crear una mesa de conversación "bilateral" con el Gobierno de Cataluña con el fin de buscar soluciones a la crisis que el gobierno español tiene con la Generalitat. 

Sánchez aseveró que dicha mesa ofrecería "una oportunidad para devolver a la política lo que es un conflicto político, permitiendo dejar atrás una deriva judicial que tanto daño ha causado".