El Gobierno central español dio plazo a las autoridades de Madrid hasta el sábado para confinar a Madrid, cuyas autoridades cuestionan la credibilidad legal de la orden y la impugnará en los tribunales.

La orden de confinar la ciudad de Madrid y otros nueve municipios cercanos se dio en una resolución publicada el jueves por la mañana, después de que la mayoría de los líderes regionales de España votaran el miércoles por la noche para establecer umbrales de contagios que definen cuando las ciudades se deben confinar.

El Gobierno de Madrid votó en contra del plan y es la única región de España que se verá obligada a tomar medidas más estrictas con base en los nuevos criterios.

Después de que algunas autoridades insinuaran que la capital podría no cumplir con las órdenes, la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Ayuso, confirmó que la región seguirá la ley.

“No estamos en rebelión”, dijo Ayuso en el parlamento regional. “Pero iremos a los tribunales en defensa de los intereses legítimos de nuestro pueblo. Confiaremos en el Estado de derecho", aseguró.

Ver también: El FMI advierte que el rebrote del coronavirus puede agravar la crisis económica de España

El Gobierno de derecha de Ayuso ha confinado a decenas de barrios en la capital española, pero el Ejecutivo de Pedro Sánchez, progresista, quiere que la región limite el movimiento dentro y fuera de toda la capital, junto con otras ciudades de la región muy afectadas por el coronavirus.

El Gobierno central ha ordenado un confinamiento relativamente flexible, lo que permite que las personas entren o salgan para la escuela, el trabajo u otros asuntos esenciales. Según el plan, los bares, gimnasios y restaurantes también pueden permanecer abiertos pero con una capacidad limitada y con horarios de cierre más tempranos.

El Gobierno de Madrid insiste en que las medidas actuales están funcionando y que han logrado un ligero descenso en el número de hospitalizaciones y una reducción de la tasa de contagio.

A nivel nacional, el número de nuevas infecciones parece haberse estabilizado esta semana. El jueves, se agregaron alrededor de 9.500 casos al total, en comparación a los más de 10.600 de hace una semana.

En Madrid y en todo el país, el número de pacientes con COVID-19 en los hospitales se redujo en casi 300 al pasar a 10.855 el jueves, pero también se informaron otras 182 muertes.

Con el aumento de la tensión, incluso los datos corren el riesgo de convertirse en una herramienta política. Madrid ha reportado nuevos casos con varias semanas de retraso y recientemente dejó de realizar pruebas a personas asintomáticas que han estado en contacto cercano con alguien que dio positivo.

*Maria Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota.