El Gobierno español lamentó el anuncio de la primera ministra británica, Theresa May, de renunciar a su cargo a partir del próximo 7 de junio.

“Es una mala noticia para quienes deseamos una retirara ordenada de Reino Unido a la Unión Europea (UE)”, dijo en una declaración a la prensa la portavoz de La Moncloa, Isabel Celaá.

Para la también ministra de Educación, la decisión de May “anticipa un periodo de dificultades” y augura "un líder duro y un brexit duro". 

Celaá afirmó que "Theresa May tira finalmente la toalla" porque comprobó justamente que el acuerdo de salida del bloque europeo que su Gobierno había negociado "no tiene ninguna posibilidad de ser aprobado por el Parlamento británico", que aseguró es el único responsable de una salida no pactada.

"El brexit duro parece en estas circunstancias una realidad casi imposible de frenar", afirmó, en una rueda de prensa realizada después de un Consejo de Ministros en Madrid.

Ante esta situación, la portavoz reiteró que el Gobierno español tiene preparadas todas las medidas de contingencia que son de su responsabilidad para garantizar los intereses de los ciudadanos y empresas españolas en el Reino Unido.

También aclaró que todos los asuntos relacionados con Gibraltar están salvaguardados. "Cualquier cuestión que afecte a Gibraltar, España tendrá que decidirla junto con la Unión Europea y el Reino Unido", indicó.