El Gobierno de España le solicitó a la Unión Europea (UE) “una respuesta comunitaria coordinada” debido al anuncio de varias naciones de suspender sus vuelos con el Reino Unido por cuenta de la aparición de una nueva cepa del coronavirus en ese país.

Al respecto, el Gobierno que lidera Pedro Sánchez manifestó que de no haber una respuesta rápida por parte de la UE, el país ibérico “actuará en defensa de los intereses y derechos de los ciudadanos españoles”, cerrando también las fronteras con el Reino Unido.

Este domingo, el ministro de Salud británico, Matt Hancock, advirtió que la nueva cepa de coronavirus detectada en Londres y el sureste de Inglaterra está "fuera de control".

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"Es una enfermedad mortal y debemos controlarla, lo cual es más difícil con esta nueva variante", expresó Hancock, quien añadió que este es "un momento muy difícil de controlar hasta que llegue el desembarco de la vacuna".

En este contexto, y con el fin de contener el “dramático aumento” en la variante de los nuevos casos, el Gobierno presidido por Boris Johnson se vio forzado a eliminar la flexibilización de reglas en algunas regiones británicas.

Johnson destacó el pasado sábado que las áreas de Londres, el sureste y este de Inglaterra estarán bajo un Nivel 4 por causa de la nueva mutación de la COVID-19.

Las medidas tomadas por Johnson se produjeron solo unos días después de que dijera que restringir la celebración de navidad con varios núcleos familiares sería “inhumano” y afirmó que permitiría la reunión de tres hogares entre el 23 y el 27 de diciembre.

En el resto del Reino Unido, pueden reunirse hasta tres hogares, pero “esto se limitará únicamente al día de navidad”, agregó el líder británico.

Las nuevas reglas del Nivel 4 requieren que los residentes se queden en casa, con exenciones limitadas, así como el cierre de tiendas minoristas no esenciales, gimnasios, instalaciones de ocio y servicios de cuidado personal, y las personas deben trabajar desde casa si pueden hasta la próxima revisión el 30 de diciembre.