El Gobierno español extendió el cierre de fronteras aéreas con Brasil hasta el próximo 11 de mayo, aunque la medida podría ampliarse nuevamente en caso de que las autoridades sanitarias consideren que la variante hallada en Manaos continúa representando un peligro para la salud pública del país.

La razón para mantener esta medida preventiva, que también cobijará a todos los vuelos desde y hacia Sudáfrica, es mantener bajo “control” las variantes de coronavirus halladas en dichos países y que han demostrado ser más contagiosas que las predominantes durante 2020.

Ambas cepas preocupan a las autoridades sanitarias de España no solo por su comportamiento, sino también por la suposición de que pueden ser resistentes a las vacunas que se están administrando en el país para detener el avance de la COVID-19.

Un informe del Ministerio de Sanidad publicado a mediados de marzo informó que la cepa británica de la COVID-19 es predominante actualmente en España.

En la actualización de la situación epidemiológica de las variantes que circulan en el país ibérico, se explica que el porcentaje de penetración de la cepa británica (B.1.1.7) supera el 50 por ciento en todas las comunidades autónomas, con excepción de Aragón, que está en 18 por ciento.

Las únicas personas que podrán entrar al país procedentes de Brasil o Sudáfrica son los ciudadanos y residentes de España y Andorra. Sin embargo, deberán guardar cuarentena de diez días antes de poder movilizarse libremente.

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Los viajeros procedentes de Perú, Colombia y otros nueve países no tienen cerrada la entrada a España pero deben presentar una prueba PCR con resultado negativo y guardar una cuarentena de diez días.