El enviado especial de las Naciones Unidas para Siria, Geir O. Pedersen, dijo este lunes, durante la conmemoración del décimo aniversario de la guerra civil, que hay un "rayo de luz" y una "calma relativa" en el país, debido a que los frentes militares se mantuvieron en gran parte estables en el 2020.

Pedersen aseguró que lo esto debe servir para avanzar en un acuerdo político. De igual forma lamentó que el brutal conflicto sirio ha durado más que la Primera y Segunda Guerra Mundial juntas.

"El mayor peligro de todos es que la frágil calma se desvanezca dando lugar a una nueva tormenta de conflicto total, y todo lo que eso significaría para los sirios, la región y más allá", manifestó el diplomático ante el Consejo de Seguridad. "Es por eso por lo que siempre enfatizaré, ante todo, la importancia de consolidar esta frágil calma en un verdadero alto el fuego a nivel nacional".

Pedersen pidió a los miembros del Consejo" no perder de vista la importancia fundamental de una resolución pacífica".

"Una solución política es la única salida, y estoy convencido de que es posible. De alguna manera es más posible ahora que antes, pero para convertir esas posibilidades en realidades, será necesario el compromiso creativo y de alto nivel de los actores internacionales clave con intereses en este conflicto", destacó.

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El conflicto de Siria comenzó el 15 de marzo de 2011 en la provincia suroccidental de Deraa cuando un grupo de estudiantes escribió en el muro de una escuela: "¡Ahora es su turno, doctor!" - una referencia al líder del régimen, Bashar al-Assad, que se formó como oftalmólogo.

Cuando miles de personas salieron a las calles para exigir reformas, las manifestaciones pronto se extendieron a otras provincias del país. Las fuerzas de Assad reprimieron violentamente la intensificación de las protestas, lo que desencadenó la guerra civil siria.

Linda Thomas-Greenfield, la enviada de Estados Unidos a la ONU, culpó de la falta de una resolución diplomática directamente al régimen de Assad y sus partidarios.

"El régimen no ha dado un solo paso que sienta las bases para la paz. Hacemos un llamado a Rusia para que presione al régimen de Assad para que deje de estancarse. Es hora de que el régimen aborde la raíz del conflicto: la demanda básica de todos los sirios de vivir con dignidad, libres de tortura, abusos y detenciones arbitrarias", concluyó Greenfield.

*Juan Felipe Vélez Rojas contribuyó con la redacción de esta nota.