
ANTALYA
Se espera que este verano unas 70.000 crías de tortugas marinas en peligro de extinción se desplacen hasta el mar desde la costa sur de Turquía.
Las tortugas Caretta Caretta, también conocidas como tortugas bobas o caguama, corren el riesgo de extinguirse debido a los depredadores y a la destrucción de su hábitat natural. Sin embargo, las autoridades y voluntarios turcos muestran el máximo cuidado para garantizar su supervivencia.
Ali Fuat Canbolat, jefe de la Sociedad de Investigación Ecológica (EKAD), y otros 150 voluntarios están actualmente en guardia en el marco de un proyecto de protección de tortugas marinas, por lo que vigilan las crías día y noche.
El equipo de voluntarios monitorea los terrenos de desove y protege a los bebés de las amenazas en los barrios de Belek y Bogazkent. Además, se aseguran de que las pequeñas tortugas crezcan sanas y lleguen al mar sin encontrar ningún problema.
Canbolat le dijo a la Agencia Anadolu que las tortugas hembras pusieron huevos en 1.700 nidos en 2019 y que las crías dejaron los nidos 15 días después de lo habitual, debido a las frías condiciones climáticas.
“Esperamos que 70.000 crías se desplacen hasta el mar en Belek. No todas las crías sobreviven después de llegar al mar. Solo una o dos de casi mil crías pueden sobrevivir, y esta cifra es más que suficiente para asegurar su supervivencia”, dijo Canbolat.
El jefe de la EKAD subrayó que había alrededor de 400 nidos en Belek en 1998, y esta cifra se disparó en los años siguientes gracias a los esfuerzos de los voluntarios.
Los voluntarios se quedaban despiertos toda la noche para proteger a las crías, viviendo en tiendas de campaña y casas prefabricadas.
“El hábitat de las Caretta Caretta debe ser respetado. No se debe ingresar a sus zonas de anidación con vehículos todo terreno”, dijo, por lo que les pidió a las autoridades que tengan más precaución.
Canbolat llegó a la conclusión de que la protección de la vida silvestre es una responsabilidad no solo de los voluntarios y académicos, sino también de todas las personas del mundo.
Multas a los conductores
Las autoridades turcas penalizan a cualquiera que represente un riesgo para las crías o dañe su hábitat natural.
Por ejemplo, el 20 de julio pasado un hombre condujo por una playa donde las crías de tortugas marinas eclosionan y corren hacia el mar.
Los involucrados hicieron oídos sordos a las advertencias de los visitantes de la playa, dando como resultado el daño a algunas áreas de anidación.
El conductor fue arrestado por las autoridades locales y ahora tiene que pagar una multa de USD 11.000 o deberá ir a la cárcel.
Además, no se permite encender hogueras en estas playas debido a que las tortugas bebés confunden la hoguera con la luz solar, la cual utilizan para navegar, por lo que terminan dirigiéndose a arbustos silvestres en lugar de al mar.
*Traducido por Aicha S. Alaguna.