Las cifras relacionadas con la pandemia del coronavirus, reportadas en los últimos días por el Ministerio de Sanidad de España, demuestran que las muertes semanales por COVID-19 cayeron 90% desde que se inició la vacunación de la población, es decir, desde enero.

Ese comportamiento se habría dado por dos factores principales: primero, que las vacunas creadas contra el virus protegen de las formas graves de la enfermedad y del fallecimiento derivado de sus complicaciones y, segundo, que debido a la tercera ola de contagios que se dio luego de las fiestas de fin de año, el Gobierno impuso restricciones de movilidad a las personas, lo que ayudó a que se frenaran los contagios.

Según datos oficiales, el 27 enero de 2021 se reportaron 900 nuevos casos por cada 100.000 habitantes, mientras que en la actualidad esa cifra alcanza los 175 casos por cada 100.000 habitantes.

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“Los casos que generó la tercera ola se vieron en enero y febrero, y no hubo manera de detenerla porque estos contagios ya se habían producido. Solo cuando empezamos a vacunar y pasó el tiempo para generar inmunidad, los contagios y los casos cayeron con fuerza”, dijo Daniel López-Acuña, ex director de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en entrevista con el diario El País.

En los geriátricos, que fueron priorizados en el plan de vacunación debido a la alta mortandad que se vio en estos lugares al inicio de la pandemia, en la última semana de enero el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) registró 778 muertes de adultos mayores, mientras que entre el 26 de abril y el 2 de mayo apenas hubo seis.

Al 13 de mayo en España se han administrado 21.071.940 dosis de vacunas contra la COVID-19. En total, 6.716.156 personas han recibido las dos dosis requeridas para adquirir inmunidad frente al virus.