En Colombia excomandantes de las FARC y de los paramilitares piden ser escuchados en una declaración pública

La Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad de Colombia publicó este jueves una carta remitida por el antiguo comandante de las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo) y actual presidente del partido político Comunes, Rodrigo Londoño Echeverry, en la que solicita que el órgano de justicia transicional convoque una reunión pública para escucharlo a él y al excomandante de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia), Salvatore Mancuso, para relatar aspectos relevantes de la historia del conflicto armado interno.

En la misiva, dirigida al presidente de la Comisión de la Verdad, padre Francisco de Roux, Londoño asevera que si de verdad se quiere contribuir a la reconciliación nacional, la justicia, la reparación y la no repetición, es necesario que la actual generación y las siguientes escuchen el relato de la confrontación en voz de sus actores principales, entre estos él y Mancuso.

“En esa dirección, Salvatore Mancuso y yo convinimos en que me dirija a usted, para proponerle en nombre de los dos, se sirva convocar para una próxima fecha una reunión de la Comisión de la Verdad en pleno, de manera pública, con presencia de medios de comunicación nacionales y extranjeros, y con previa invitación a múltiples organizaciones defensoras de derechos humanos locales e internacionales e instituciones mundiales de la mayor calificación ética”.

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“Nuestra común intención es la de emplear tal escenario para dar a conocer la mayor cantidad posible de verdades sobre el conflicto, verdades contrastables, algunas ya conocidas y otras no tanto. Colombia merece saber de los autores y alcances de numerosas atrocidades cometidas en su geografía”, agrega.

El excomandante de las FARC-EP aseguró que están obligados a contribuir a develar las causas de la tragedia, indicar quiénes son los cómplices escondidos y lo que ocultan y buscar soluciones definitivas al ciclo de violencia.

Mancuso se desmovilizó en 2005, fue extraditado a Estados Unidos en 2008 y el año pasado cumplió su sentencia en el país norteamericano; pero permanece recluido por cuenta de la emergencia sanitaria ocasionada por el brote de COVID-19.

El exjefe paramilitar afirmó que personas con puestos de poder en Colombia han impedido que se conozca la verdad sobre las causas del conflicto armado y sus responsables. “Me han solicitado en extradición para llevarme nuevamente a prisión en Colombia para poder torturarme y asesinarme y así silenciarme definitivamente.”, manifestó en una comunicación enviada a De Roux.