En Colombia 75 nuevos municipios quedan libres de minas, aunque aumentan las víctimas
Aunque las cifras de víctimas de minas antipersonales están lejos de las registradas en los peores años de la guerra, en 2018 se registró un aumento del 300% del número de víctimas de estos explosivos con respecto al 2017.

Colombia
Por: Susana Noguera Montoya
Este jueves el presidente de Colombia, Iván Duque, declaró 75 nuevos municipios como territorios 100% libres de minas antipersona. El evento se hizo en medio de un complejo clima social y político en Colombia ya que, con la reactivación de la guerra, en 2018 el número de víctimas de estos explosivos aumentó en un 300%.
La entrega de las nuevas áreas despejadas se hizo en un multitudinario evento en el que participaron la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez; el ministro de Defensa, Guillermo Botero; el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, así como embajadores de diversos países y autoridades regionales y locales.
El evento también se realizó en el marco del Día Internacional de Sensibilización contra las Minas Antipersona, que se conmemora cada 4 de abril.
“Hoy es un día muy importante para la conciencia colectiva del mundo. Es el día en el que reconocemos el esfuerzo y el trabajo de muchos y rechazamos de forma clara y tajante una de las amenazas más claras que ha tenido la humanidad como lo son las minas antipersonales”, dijo el mandatario colombiano durante el evento.
Con estos 75 municipios, el país completa 346 entidades territoriales libres de sospecha de estos explosivos, de las 693 que se han registrado con algún tipo de contaminación. Es decir, cerca del 50% del total de municipios en los que había sospecha de que tenían minas antipersonales ahora están libres de estas.
La reactivación del conflicto armado
La declaración de estos municipios como libres de minas se da en un complejo contexto social en Colombia. La ruptura de los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) así como el accionar de las disidencias de la extinta guerrilla de las Farc y grupos asociados al narcotráfico reactivaron el conflicto armado en diversas zonas del país, y con ello el uso de las minas antipersonales.
Las víctimas de minas pasaron de 57, en el 2017, a 221 en el 2018, lo que representa un aumento del 300%, según cifras del Comité Internacional de la Cruz Roja, un aumento que ha encendido las alarmas internacionales.
De acuerdo con el director de la Campaña Colombiana Contra Minas (CCM), Álvaro Jiménez, este incremento se debe a la suspensión del diálogo de paz con la guerrilla del ELN, uno de los grupos que más utiliza las minas como táctica de guerra, y además al hecho de que grupos que no tienen una connotación política, asociados al narcotráfico, están utilizando minas en áreas donde ejercen el control del territorio.
“Lo que se hace es controlar áreas e impedir el acceso de militares o de las fuerzas de policía y amedrentar a quienes están haciendo erradicación forzosa de manera manual para que no ingresen a esas áreas”, explica Jiménez.
Hoy en día las zonas más afectadas por el uso de minas son el sur del departamento de Córdoba, el departamento del Chocó, el departamento del Norte de Santander, zonas del Guaviare, zonas del Caquetá, zonas del Meta, algunas regiones de Nariño, algunas regiones del Cauca y zonas de Arauca.
Reparación a las víctimas de minas
La Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas en Colombia ha registrado 11.435 víctimas de minas antipersona, de los cuales 6.984 son miembros de la fuerza pública y 4.451 son civiles.
Alrededor de 1.000 víctimas de artefactos explosivos han recibido indemnización por parte del Gobierno, según los datos de la entidad. De estas personas, 700 tienen lesiones que les causaron incapacidad permanente producto de la explosión de minas antipersona.
“Desde la unidad venimos trabajando con las 11.000 víctimas que tenemos en nuestro registro. Nuestro objetivo ha sido el de dignificar cada día la atención y reivindicar cada uno de sus derechos”, dijo Ramón Rodríguez Andrade, director de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas.
Además, la entidad añade que 151 personas víctimas de estos explosivos iniciaron el proceso de retorno y reubicación a sus municipios con el acompañamiento de las autoridades.
A pesar del aumento de las víctimas en 2018, las cifras están lejos de las registradas en los peores años de la guerra, cuando en un año se alcanzaron a registrar 1.300 personas afectadas o muertas a causa de estos explosivos.
“Colombia ha mejorado en la situación de las minas antipersona”, dice Jiménez, quien explica que los logros que se han obtenido en los últimos cuatro años se derivan de la firma del acuerdo de paz con las Farc, del acompañamiento de la comunidad internacional y del acceso que pudieron tener operadores de desminado civil y de la brigada del Ministerio de la Defensa a áreas donde antes las Farc ejercían un control.
Colombia ha desaparecido de los primeros lugares del ranquin mundial de nuevas víctimas de minas, pero aún falta un largo camino por recorrer para que el país pueda ser un territorio libre de minas.
“Colombia adoptó la convención de Otawa, una convención que le otorga a los países la gran responsabilidad de hacer todos los esfuerzos para acabar con las minas antipersonales”, recordó este jueves el presidente Duque.
Dentro de los compromisos internacionales del país está desminar por completo el territorio antes del año 2021. Para lograr este objetivo será necesario que el país no solo desmine los municipios, sino que desactive el conflicto en el que se usan esos explosivos como armas de guerra.
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