
Washington DC
El Senado de Estados Unidos comenzó este martes el segundo juicio político contra el expresidente Donald Trump, por el cargo de incitación a la insurrección durante las protestas del 6 de enero que terminaron en la toma del Capitolio en Washington con un saldo de cinco muertos.
La sesión del martes se centrará en el debate sobre si es constitucional que un expresidente se enfrente a un juicio en el Senado y se realizará una votación para determinar la legalidad de este procedimiento.
Los próximos días, las partes tendrán 16 horas cada una para debatir sus argumentos.
Los procedimientos históricos marcan la primera vez en la historia de Estados Unidos que un presidente estadounidense se ha enfrentado dos veces a un juicio político.
Antes del comienzo del juicio, el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, dijo que las pruebas contra Trump que serán presentadas por los organizadores del juicio político en la Cámara de Representantes serán "poderosas" y agregó que "algunas serán nuevas".
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"Insto a todos mis colegas a que presten mucha atención a la evidencia", dijo el máximo demócrata del Senado en el Capitolio. "Todo senador, demócrata y republicano, tiene que afrontar este juicio con la gravedad que se merece".
A menos que salgan a la luz revelaciones condenatorias durante el proceso, es casi seguro que la mayoría necesaria de dos tercios no aceptará condenar al expresidente. La cámara está dividida 50-50 a lo largo de líneas partidistas, lo que significa que 17 republicanos tendrían que unirse a los demócratas para lograr condenar a Trump.
El cargo contra el expresidente se deriva de los comentarios que Trump hizo a sus partidarios poco antes de que asaltaran el Capitolio de Estados Unidos. Trump les dijo que "lucharan como si estuvieran en el infierno" mientras los legisladores se preparaban para realizar un conteo de votos del Colegio Electoral que por mandato constitucional es un paso clave para la toma de mandato del siguiente presidente.
Trump ha alegado repetidamente que las elecciones le fueron "robadas", pero no ha ofrecido ninguna prueba para respaldar sus afirmaciones, y una investigación del Departamento de Justicia sobre fraude electoral no logró desarrollar ninguna evidencia que apoyara la idea.
El equipo legal de Trump argumentó que sus comentarios están protegidos por la libertad de expresión bajo la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que los administradores de la Cámara rechazaron, diciendo que "este no es un caso sobre 'discurso protegido'".
"La incitación a la insurrección del presidente Trump fue en sí misma un asalto frontal a la Primera Enmienda. Como cuestión de ley y lógica, sin mencionar el simple sentido común, su intento de confiar en los principios de la libertad de expresión es completamente infundado", escribieron.
*Maria Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota.