Ubicada en la parte central de Bosnia y Herzegovina, en la ciudad de Banovici, se encuentra el pueblo étnico de Mackovac, que lleva a sus visitantes a un viaje en el tiempo gracias a sus antigüedades que pertenecen a diferentes épocas. 

El pueblo alberga muchos artículos antiguos desde el periodo otomano hasta la Segunda Guerra Mundial y se asemeja a un museo al aire libre. 

Todavía hay una fábrica en funcionamiento en la aldea, que llama la atención ya que tiene un letrero que dice: "El estrés y la tristeza están prohibidos".

Amel Ahmetovic, uno de los habitantes y artesanos del pueblo, le dijo al corresponsal de la Agencia Anadolu que el pueblo étnico llamó la atención de turistas extranjeros, por lo que los dueños de las tiendas del pueblo comenzaron a informar a los visitantes sobre las antiguas piezas. 

Ahmetovic cuenta que la aldea étnica fue fundada hace ocho años. "Tenemos más de 30.000 objetos antiguos para exhibir y explicar a nuestros visitantes. Tenemos un maestro de hierro en la aldea y un molino en funcionamiento", relata. 

También está la "Casa del Bey (señor)", que fue construida en el pueblo étnico en 1966 y que pertenece a la cultura otomana. Allí se pueden apreciar tradiciones como las artesanías de cobre, teteras, molinillos de café y tejidos de punto, entre otros productos. 

"Los que vienen al pueblo realizan un viaje en el tiempo. Ofrecemos la oportunidad de alejarnos de la rutina, tomando café y escuchando las canciones que cantamos, como en los viejos tiempos”, asegura Ahmetovic. 

Un intenso interés en la colección otomana

Una de las colecciones más importantes del pueblo es la colección de relojes de Fikret İbrisimovic, del periodo otomano. 

También llaman la atención de los visitantes las antiguas armas otomanas del periodo comprendido entre los siglos XVI y XVIII, así como elos artículos de cobre y oro hechos a mano.

En el pueblo también se exhiben piezas pertenecientes a la Segunda Guerra Mundial, como armas y municiones de guerra. 

Las joyas utilizadas en Bosnia y Herzegovina hace años se pueden examinar de cerca, así como los instrumentos musicales hechos a mano, monedas antiguas, ropa tradicional, artículos de madera y viejos utensilios de cocina.

*Carolina Zúñiga contribuyó con la redacción de esta nota