El primer ministro de Italia le pide al Parlamento que salve la coalición de Gobierno

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, defendió su manejo de la pandemia y la crisis económica, y pidió este lunes el apoyo de nuevas fuerzas políticas, mientras se dirigía a la cámara baja antes de someterse a dos 'votos de confianza' que decidirán la supervivencia de su Gobierno.

Después de que el ex primer ministro Matteo Renzi retirara de la coalición gobernante a su partido centrista Italia Viva, en protesta contra las políticas de Conte y los métodos "centralizadores", el Gobierno italiano fue despojado de su frágil mayoría parlamentaria.

Conte respondió el lunes a la decisión de Renzi en su discurso, al que sigue un debate abierto y un voto de confianza que se espera para el lunes por la noche.

El primer ministro cerró la puerta a una posible nueva alianza con Italia Viva, al tiempo que apelaba a otros legisladores "dispuestos", con sólidas raíces proeuropeas, democráticas y liberales, para que lo ayudaran a continuar gobernando mientras Italia lucha por salir de la crisis de salud por la COVID-19 y una dramática recesión.

Conte enfatizó que no podía entender una crisis política que calificó de "infundada" y perjudicial para Italia y sus ciudadanos.

“En este punto no podemos cancelar lo que sucedió. Ahora estamos pasando página”, dijo a los legisladores.

Sin embargo, después de las deserciones de algunos posibles aliados durante el fin de semana, incluido el grupo centrista Udc, la tarea de Conte de construir una nueva mayoría en el parlamento parece cada vez más desafiante.

Se espera que su Gobierno gane fácilmente el voto de confianza en la Cámara de Diputados, donde goza de una mayoría más amplia, pero se enfrentará el martes al voto del Senado donde corre el riesgo de no alcanzar la mayoría absoluta, lo que hará que su debilitado liderazgo sea aún menos estable.

Conte probablemente obtendrá solo una mayoría simple en la cámara alta, sobreviviendo al voto de confianza, pero saldría de la batalla parlamentaria con una coalición extremadamente inestable que correría el riesgo de colapsar en cualquier votación divisoria en los próximos meses.

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En el peor de los casos, una posible derrota en el Parlamento no le dejaría otra opción que dimitir.

En ese caso la pelota estaría en la cancha del presidente Sergio Mattarella, quien tendría la tarea de consultar a los partidos para encontrar otra solución política, posiblemente un Gobierno de “transición” encabezado por otro líder político o un Gobierno de “unidad nacional” encabezado por un tecnócrata.

La elección extrema para el presidente sería disolver las cámaras y convocar elecciones anticipadas, una opción muy compleja en medio de una pandemia, que probablemente vería una sólida victoria del bloque de centro-derecha, nacionalista y euroescéptico.

*Maria Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota.