El plan de Brasil para organizar la llegada de migrantes venezolanos
El Gobierno brasileño duplicará la presencia del Ejército, enviará recursos a las autoridades locales y trasladará a los migrantes hacia otros estados, entre otras medidas.

SAO PAULO, Brasil
El presidente de Brasil, Michel Temer, firmó este jueves un plan de acción para mitigar el problema de la migración venezolana en el estado de Roraima, en el extremo norte de Brasil.
Temer decretó una “situación de emergencia social” en la región, cuya capital, Boa Vista, ya acoge a cerca de 40.000 inmigrantes, según los datos del Ayuntamiento.
El Gobierno ha anunciado que duplicará los efectivos del Ejército, que aumentarán a 200 militares, para realizar el control en la frontera, organizar el flujo migratorio y evaluar las necesidades de cada migrante.
También se crearán “puntos de control” en el interior de Roraima y se construirá un hospital de campaña en la frontera.
El presidente también anunció que enviará recursos para que las autoridades locales puedan manejar la inmigración, aunque el documento no menciona la trasferencia directa de fondos de la Unión hacia Roraima.
Sergio Etchegoyen, ministro del Gabinete de Seguridad Institucional, señaló que el plan de acción se realizará con la colaboración de países vecinos como Colombia.
"Estamos trabajando en sociedad, de acuerdo con compromisos internacionales brasileños y con las leyes, que tiene dos propósitos: proteger a nuestra población sin descuidar la gravísima tragedia humanitaria", afirmó Etchegoyen.
Las medidas anunciadas por el Gobierno de Temer también incluyen el traslado de los venezolanos hacia otros estados brasileños, una solicitud que había hecho el gobierno local y las ONG que actúan en la región.
La llamada “interiorización” debe ocurrir en dos grupos, uno de hombres y otro de familias con niños, pero no han trascendido detalles de cómo o cuándo se realizará.
Otra promesa es la realización de un censo de inmigrantes la próxima semana, así como la revalidación de diplomas de médicos, enfermeros y profesores venezolanos que se encuentran en Roraima.
Suely Campos, gobernadora de Roraima, ha manifestado su conformidad con este plan de acción. “El Gobierno federal finalmente ha entendido la gravedad de lo que ocurre. Habíamos pedido desde hace tiempo que el Planalto asumiera esa cuestión, que es de su responsabilidad”, aseguró.
“Esperamos que la presencia de las Fuerzas Armadas sea en la frontera y en otros puntos estratégicos. Esto promueve realmente un mejor control, haciendo la selección no solo de quién está entrando sino también de quien ya está aquí”, aseguró Teresa Surita, alcaldesa de Boa Vista, la ciudad que se ha convertido en el punto crítico de la migración venezolana en Brasil.
Surita espera que también se anuncien “acciones concretas” para retirar de las calles de la ciudad a los cerca de 400 venezolanos que ocupan las plazas y otros espacios públicos a falta de espacio disponible en los albergues municipales.
Mientras las medidas se hacen efectivas, Surita le pidió a la población local que acoja a los extranjeros. “No es el momento para actitudes xenófobas, pues esas personas están huyendo del hambre, de la miseria, de la falta de condiciones de continuar en su país, a causa de un régimen dictatorial. Ellas no están aquí por opción sino por extrema necesidad de supervivencia”, concluyó.
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