El paquete de ayuda por la COVID-19 en EEUU estaría lejos de ser un alivio
El proyecto de ley llega muy tarde para los estudiantes y escuelas que necesitaban de los recursos desde hace meses, aseveró Becky Pringle, presidenta de la Asociación Nacional de Educación.
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El tan esperado proyecto de ley de ayuda para enfrentar a la COVID-19 de USD 900.000 millones que fue aprobado por el Congreso de Estados Unidos recibió reacciones mixtas, ya que los demócratas argumentaron que era débil y apresurado, mientras que un sindicato de maestros criticó su falta de financiación.
El presidente electo Joe Biden aplaudió el paquete de ayuda, pero dijo que el trabajo está lejos de terminar.
“A partir del nuevo año, el Congreso deberá ponerse a trabajar de inmediato en el apoyo a nuestro plan COVID-19”, escribió Biden en su cuenta de Twitter, mientras señalaba que se aprobaría un proyecto de ley más completo el próximo año.
El plan de Biden para combatir el nuevo coronavirus incluye medidas contra problemas de salud pública y crisis económica, como una mayor disponibilidad de pruebas gratuitas y más ayuda para las pequeñas empresas, lo que podría lograrse si los demócratas toman el control del Senado el 5 de enero en las elecciones de segunda vuelta en el estado de Georgia.
Los demócratas tuvieron que conformarse con mucho menos en el reciente paquete de estímulo después de que la principal negociadora del partido y presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, insistiera en un proyecto de ley de USD 2,2 billones antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre y aprobara la oferta de 1,6 billones de los republicanos.
El senador Bernie Sanders, conocido por sus puntos de vista críticos contra la desigualdad económica, dijo que los demócratas no podrían obtener tanto como querían en las negociaciones y escribió en Twitter: “La familia promedio de cuatro recibirá un pago directo de USD 2.400. En esta terrible crisis, debemos luchar por más, un mejor alivio”.
Alexandria Ocasio-Cortez, una demócrata progresista, señaló que el proyecto de ley fue apresurado y que el Congreso necesitaba tiempo para leerlo en vista de que tenía más de 5.000 páginas.
“Los miembros del Congreso no han leído este proyecto de ley (...). Esto no es gobernanza. Es toma de rehenes”, escribió en Twitter la congresista electa para un segundo periodo en la Cámara.
El paquete de estímulo incluye USD 54,3 mil millones para la educación tipo K-12, que es más de los USD 13,2 mil millones de la Ley CARES aprobada en marzo.
Sin embargo, miles de maestros en Estados Unidos aún enfrentan el riesgo de despido ya que los demócratas retiraron su demanda de ayuda directa a los gobiernos estatales y locales del proyecto de ley.
“Llega demasiado tarde para los estudiantes cuyas escuelas han necesitado desesperadamente estos recursos durante meses. Y todavía está drásticamente por debajo de lo que exigen estos tiempos sin precedentes”, aseveró en un comunicado Becky Pringle, presidenta de la Asociación Nacional de Educación.
El director del sindicato de maestros más grande de Estados Unidos enfatizó que no hay fondos en el paquete para ayudar a los 16 millones de estudiantes que no tienen medios para la educación en el hogar, como acceso a Internet o dispositivos.
Por otro lado, la Federación Nacional de Minoristas (NRF), la asociación de comercio minorista más grande del país, acogió con agrado el proyecto de ley y expresó que los minoristas se sienten alentados ante el paquete que mantendrá la economía abierta y en movimiento.
“El estímulo adicional y la extensión de las medidas de ayuda vencidas ayudarán a proteger a las familias, respaldarán a los proveedores de atención médica y sostendrán las empresas pequeñas e independientes”, declaró el presidente y director ejecutivo de la NRF, Matthew Shay, en un comunicado.
*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.
