El Newton de Gaza ilumina las tiendas de su campamento para desplazados utilizando ventiladores como molinos eólicos
Attar, de 15 años, se vio forzado a abandonar la ciudad de Beit Lahia, en el norte de la franja, junto a su familia debido a los incesantes ataques del Ejército israelí.

GAZA, Franja de Gaza
El niño palestino Husam al-Attar, apodado el Newton de Gaza, iluminó el campamento para desplazados donde se refugia junto con su familia en la ciudad de Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, utilizando ventiladores viejos para generar electricidad a partir de energía eólica.
Attar, de 15 años, se vio forzado a abandonar la ciudad de Beit Lahia, en el norte de la franja, junto a su familia debido a los incesantes ataques del Ejército israelí.
En una entrevista con la Agencia Anadolu (AA), Attar dijo los demás desplazados en el campamento lo apodaron el Newton de Gaza en agradecimiento por papel a la hora de iluminar el campamento.
Attar relató la electricidad se cortó 20 días después de su llegada a Rafah y señaló que “no había ninguna fuente de energía disponible para iluminar las tiendas de campaña y pensé en construir un molino de viento para iluminar la oscuridad del campamento”.
“Pensé en cómo iluminar el lugar, así que traje un ventilador y lo instalé para convertir la energía cinética resultante de la fuerza del viento en energía eléctrica”, explica el niño mientras inspeccionaba su pequeño proyecto en el campamento cerca de la frontera con Egipto.
No obstante, los primeros intentos de Attar de iluminar el campamento no tuvieron éxito. Fueron necesarios tres intentos y algo de tiempo para que la idea tuviera éxito y funcionara su sistema de iluminación.
Los ventiladores que Attar utiliza como turbinas para generar electricidad a partir del viento y sus instalaciones eléctricas se encuentran sobre uno de los postes metálicos en el interior del campamento.
Sin embargo, Attar indica que, de momento, solo ha logrado iluminar el lugar de manera “intermitente”, ya que el lugar se ilumina solo cuando hay viento y afirma que cuando la velocidad del viento disminuye el campamento vuelve a ser envuelto por la oscuridad.
Attar espera disponer de los materiales necesarios para desarrollar su proyecto, especialmente baterías para poder almacenar energía y utilizarla en los momentos en los que no haya viento, pero en Rafah no se pueden hay este tipo de baterías necesarias para su proyecto.
Aun así, Attar insiste en seguir desarrollando su proyecto incluso si el período de funcionamiento se limita sólo a los momentos en los que hay fuertes vientos.
“Conecté las instalaciones eléctricas directamente hasta disponer del resto de suministros y baterías para completar el proyecto y tener capacidad para almacenar electricidad”, recalcó.
Attar dice estar feliz por el éxito de su idea, gracias a la cual ilumina la tienda de campaña de su familia y la de otras familias vecinas, aliviando, aunque solo sea un poco, el sufrimiento que les causa la guerra y el desplazamiento forzado de sus hogares.
Antes de la guerra, Attar había montado una linterna subacuática y un cerrojo que se cerraba con un mando a distancia, además de un ventilador.
“No tengo nada más que decir”, agregó.
*Traducido por Daniel Gallego.
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