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El muro fronterizo, la excusa perfecta de Trump para cerrar el Gobierno Federal

Este viernes Donald Trump podría cumplir su amenaza de cierre si no se incluyen dentro de las discusiones sobre el presupuesto, los fondos para lograr la promesa de campaña en la frontera con México.

Francisco Seminario  | 18.12.2018 - Actualızacıón : 18.12.2018
El muro fronterizo, la excusa perfecta de Trump para cerrar el Gobierno Federal Donald Trump, presidente de los Estados Unidos. ( Gamze Türkoğlu Oğuz - Agencia Anadolu).

Estados Unidos

Por: Francisco Seminario

La amenaza de un cierre del Gobierno Federal pende otra vez sobre la capital norteamericana, si una áspera discusión presupuestaria que incluye la aprobación de fondos para levantar el muro prometido por Donald Trump en la frontera con México no se destraba a tiempo en el Congreso.

El “shutdown”, como se conoce en Estados Unidos al cierre temporario de importantes áreas del gobierno central y algunas agencias federales por falta de financiamiento, tiene fecha límite, fijada para este viernes.

Hasta ese día pueden extenderse las negociaciones entre las bancadas Republicana y Demócrata, que deben acordar las asignaciones presupuestarias, pero el tenor de las discusiones y las tensiones que ponen en evidencia no auguran un salida sencilla. De hecho, no hubo avances desde que el martes pasado el presidente Donald Trump recibió en el Salón Oval a los líderes opositores en el Congreso.

Ese día, ante las cámaras de TV y en diálogo con los legisladores Nancy Pelosi y Chuck Schumer, líderes de las bancadas Demócratas en la Cámara de Representantes y en el Senado, Trump dijo que se sentiría “orgulloso” de cerrar el gobierno si no obtiene del Congreso los recursos que pide para avanzar en la construcción del muro fronterizo. Desde entonces no ha habido más avances.

Semana decisiva

Este lunes el mandatario insistió por Twitter en la necesidad de levantar el muro como mejor forma para garantizar la seguridad de los norteamericanos, un caballito de batalla de su presidencia.

“Cuando escuchen a un demócrata decir que se puede tener buena seguridad fronteriza sin el muro, desestímenlo como a un político más que sigue la línea partidaria”, escribió. “Es hora de ahorrar miles de millones de dólares por año y tener, al mismo tiempo, una seguridad y un control mucho mayores”, completó.

El meollo de la discusión son siete leyes presupuestarias que quedaron trabadas en el Congreso cuando subía la temperatura electoral rumbo a las elecciones de medio término, a principios del mes de noviembre.

Como en ese momento no había acuerdo posible, el debate se pospuso para el viernes pasado y luego a este viernes 21 de diciembre, a raíz de los homenajes al fallecido expresidente George H. W. Bush.

Estas leyes, agrupadas en un proyecto ómnibus, es decir, un paquete de aprobaciones presupuestarias que deben ser votadas en conjunto y no de forma particular, incluye partidas para los departamentos de Comercio, Interior, Seguridad Doméstica y Justicia, entre otros.

Deberán pasar todas en conjunto. De lo contrario todo el proceso descarrilará una vez más. Y el acuerdo para su aprobación no parece estar más cerca ahora que antes de las elecciones.

La construcción del muro fronterizo es todavía el punto de mayor fricción en ese paquete de leyes. El presidente Donald Ttrump quiere que el Congreso le otorgue USD 5.000 millones para avanzar en las obras, pero los Demócratas accedieron a darle sólo USD 1.700 millones, para mejorar la seguridad en la frontera, no para levantar la polémica muralla.

¿Qué se puede esperar tras el cierre?

Con las negociaciones en punto muerto, todo indica que para este viernes habrá un nuevo ‘shutdown’, el tercero desde que Trump llegó a la Casa Blanca.

“Hay una buena posibilidad de que haya un cierre del Gobierno. Esta es la última oportunidad que tiene Trump de conseguir el financiamiento para su muro antes de que los Demócratas se hagan del control de la Cámara de Representantes”, dijo a la Agencia Anadolu el analista Juan Carlos Hidalgo, experto del Cato Institute, un ‘think tank’ (centro de pensamiento) de la capital estadounidense.

“Es de esperar que el presidente juegue sus cartas de una manera más fuerte en esta ocasión”, añadió el analista en alusión al hecho de que como resultado de las elecciones legislativas el mes pasado, el mandatario ya no tendrá mayoría en la Cámara baja a partir de enero próximo, cuando asuman los nuevos congresistas. Los efectos de un cierre son difíciles de predecir. En los hechos el ‘shutdown’ nunca es total porque hay áreas sensibles que no sufren alteraciones, como la seguridad fronteriza, la vigilancia policial, la atención de emergencia en hospitales o el control del tráfico aéreo.

Además, buena parte de los gastos presupuestarios ya fueron aprobados y firmados por el presidente.

Pero aún así y todo, cientos de miles de empleados del gobierno federal podrían no recibir sus cheques y ser enviados a sus casas sin fecha de retorno si finalmente hay un cierre.

Los parques nacionales, por ejemplo, quedarían cerrados hasta que se destrabe la negociación y también los servicios de inmigración y aduana podrían verse afectados justo en época de vacaciones.

Según los analistas, el conflicto tendría además un costo multimillonario en términos económicos, que debería ser cubierto con recursos de los contribuyentes. Se estima que una cuarta parte del total de los empleados de la administración serían alcanzados por la medida.

Eso fue lo que ocurrió a principios de este año, cuando también hubo un cierre parcial del gobierno federal.

Sin embargo, cuando se pronuncia la palabra ‘shutdown’ en la capital norteamericana, todos recuerdan con temor el cierre que tuvo lugar en 2013, que se extendió durante casi dos semanas y muy pocas áreas del Estado quedaron indemnes.

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