El legado de Malcolm X sigue vivo en Harlem
El mensaje del ícono musulmán permanece vigente medio siglo después de su muerte, mientras continúa inspirando y moldeando vidas.

NUEVA YORK
El legado de un hombre a menudo puede cambiar después el tiempo y la distancia de su muerte.
Antes de ser derribado por la bala de un asesino en 1965, Malcolm X era retratado por los medios estadounidenses como “un proxeneta, un adicto a la cocaína y un ladrón. Él era un demagogo desvergonzado. Su evangelio fue el odio”.
53 años después, la visión sobre el ícono de los derechos humanos ha dado un giro de 180 grados.
El hombre que una vez irrumpió en la jerarquía política y social de su país, sin ninguna preparación formal más allá del octavo grado, es ahora mundialmente aceptado y fuente de orgullo para los negros, los no negros, los musulmanes y los no musulmanes.
La habilidad de Malcolm X de transformar su vida y condición continúa siendo uno de los aspectos más conmovedores de su existencia para aquellos que comparten una afinidad con él y su legado.
Abdul Osman, un vendedor ambulante, usó el ejemplo de la vida de Malcolm X para cambiar la suya propia, pasando de ser un delincuente convicto a una persona que intenta ilustrar a otros cómo las dificultades personales y los reveses pueden usarse para promover el auto empoderamiento y la independencia económica que enseñó Malcolm X.
“Me gusta su transición de ser un traficante de droga, de ser un proxeneta y alcohólico, reformando su vida”, le dijo Osman a la Agencia Anadolu mientras estaba frente a una tienda cerrada a lo largo de la calle 125 en Harlem, Nueva York. “Y viví un estilo de vida similar porque tuve una experiencia en la cárcel. Para poder relacionarme con él, cambié mi vida para bien. Ahora trato de enseñarles a las personas otra forma de vivir la vida en lugar de robarles a las personas y cosas así, podrían venir y trabajar para ustedes mismos y tratar de ganarse la vida por sí mismos y mejorarse a sí mismos y a su comunidad, y de esa manera, cambiar la frecuencia del mundo”.
Tan inspirado se sintió Osman, que decidió estudiar el diccionario por completo.
“He leído el diccionario, todo el diccionario, como lo hizo Malcolm X, para que mi vocabulario estuviera a la altura para poder entender lo que dice una persona, incluso aquellas palabras que una persona podría usar para intentar convencerte y de esa forma no me pudieran engatusar y engañar, cosas así, para poder saber exactamente a qué se refieren, a dónde quieren llegar, qué están tratando de decir, lo que no intentan decir, lo subliminal, los mensajes indirectos, los mensajes directos, todo eso y más, eso es lo que tomo de Malcolm X: ser educado y autodidacta”.
Malcolm X llegó a Harlem en la década de los cincuentas y adquirió importancia y fama como un importante ministro de la nación del islam, liderada por el honorable Elijah Muhammad, quien fue su profesor personal. Las enseñanzas que le dio su profesor lo ayudaron a llegar al puesto de portavoz nacional del grupo, frecuentemente descrito como controversial porque algunas de sus posturas no siempre parecen estar alineadas con el islam tradicional.
Neal Shoemaker es un nativo de Harlem, quien realiza recorridos de esta sección de Manhattan desde 1998. Él cree que Malcolm X le debe crédito a muchos de los hombres que lo rodearon cuando se convirtió en musulmán de la Nación del Islam (organización religiosa y socio-política fundada en 1930 en defensa de la comunidad afrodescendiente).
Mientras fue miembro del grupo, los mismos hombres que tenían posiciones importantes en la organización y que antes eran “parásitos” en la comunidad, sufrieron el mismo destino de Malcolm X. Pero, así como lo hizo Malcolm X, ellos también lograron transformar sus vidas gracias a las enseñanzas de Mahoma, según explica Shoemaker.
Shoemaker explicó que Malcolm X sigue influenciando a los políticos estadounidenses desde más allá de la tumba. Se refirió a un documental que habla de la vida del ícono, el cual salió al aire en la víspera del primer aniversario de su muerte.
“Creo que esto se debe a que existe un llamado a los derechos civiles actuales. Y cuando toco la canción What's Going On, suena genial a partir de 1970, pero resuena hasta hoy, todos queremos saber qué está sucediendo en este momento”, dijo el guía, haciendo referencia al exitoso sencillo de Marvin Gaye que se convirtió en una de las canciones insignia del movimiento anti bélico de Vietnam. “Y en nuestro país, en donde puedes acercarte a una mujer y agarrarla por sus partes privadas, hacer de todo, correr, hacerte el tonto y decir cosas que están mal y sin embargo, tienes una fuente considerable que todavía puedes convertirte en el Presidente de los Estados Unidos, ¿qué está pasando?”.
Malcolm a menudo era atacado por aquellos que afirmaban que él se escudaba en las escrituras bíblicas y coránicas para avivar tensiones raciales, y durante su vida y muerte, a menudo se lo reduce a su famosa frase “por cualquier medio necesario”.
Pero les enseñó a los negros a capacitarse, educarse, tomar el control y amar a sus comunidades.
Ese mensaje motivó a Aisha McBride, una afroestadounidense, quien, al llegar a la ciudad de Nueva York, se sintió atraída por su estilo y clase.
“Me encantaba la razón por la cual él era musulmán, y así fue como descubrí más sobre él. Tuve una conexión, dije ‘Oh, él es musulmán’, en un momento en el que yo estaba practicando el islam. ‘Oh, ese también soy yo’. Entonces me di cuenta de que era realmente pro negro”, le dijo McBride a la Agencia Anadolu.
McBride ha transmitido su conocimiento de Malcolm X a su hija pequeña para “primero aceptar lo que eres” y “ámate a ti mismo”.
Pero más allá de enseñarle acerca de la vida del hombre, ella trata de impartir su ejemplo de resiliencia y de superación.
“Él pasó de una oscuridad a un estado de conciencia y luego simplemente floreció desde allí. Solo desearía que él pudiera haber vivido más tiempo del que tuvo porque habría hecho grandes cambios en el mundo”, dijo McBride.
Es imposible determinar el rumbo político de Malcolm X en el mundo actual si hubiera vivido para ser un prominente estadista, teniendo que pasar por los turbulentos días de la década de los sesenta, los disturbios a nivel nacional a finales de esa década, las recesiones económicas, la Guerra Fría, la caída del sistema de apartheid en Sudáfrica, la expansión de las guerras extranjeras y las elecciones de Barack Obama y Donald Trump.
Malcolm X le habría admitido al reconocido autor Alex Haley, quien escribió la autobiografía de Malcolm X: “soy lo suficientemente hombre como para decirte que no puedo decir exactamente cuál es mi filosofía ahora, pero soy flexible”. Esas palabras fueron dichas tres días antes de que lo mataran a tiros.
A pesar de su evolución continua y desarrollo, muchas personas creen que si él estuviera vivo en este momento, Malcolm X no se apartaría de los principios y las feroces denuncias sobre el sistema.
“Su evolución se vio interrumpida”, dijo Nova Fuller, un vendedor ambulante cuyo padre creía que Malcolm X era un “loco” por sus perspectivas.
“En el ámbito africano, no te conviertes en adulto sino hasta que tienes 40 años, y es en ese momento en el que llegas por completo a la adultez”, le comentó Fuller a la Agencia Anadolu.
“Así que, se puede imaginar que, si estaba en donde estaba en 1965 cuando fue asesinado el 21 de febrero de 1965, y hubiera vivido otros 30 o 40 años, ¿qué habría podido lograr el hombre?”, se preguntó resueltamente el vendedor ambulante.
“Definitivamente tendría una enorme influencia en nosotros y en nuestra psicología. No solo en las personas negras sino en todo el mundo. Aquí hay personas de Europa que lo admiran. He conocido árabes que admiran a Malcolm X y no es una admiración superficial, es real. Ellos aman a ese hermano. Lo respetan por lo que hizo”.
Independientemente del camino que pudo haber tomado en los años que siguieran, en caso de haber sobrevivido aquel fatídico día de 1965, no es difícil imaginar que Malcolm X habría continuado como una fuerza con la que se podía contar.
Mucho antes de que Black Lives Matter se convirtiera en un movimiento, Malcolm X ya defendía estos mismos principios.
Algunos de los temas por los cuales se luchan hoy, son los mismos a los que él se oponía en los cincuentas y sesentas: discriminación racial, brutalidad policial, derechos humanos básicos y muchos otros.
“Él era como una bomba nuclear por la forma en que atacó a Estados Unidos con su intelecto. No pasó ni un día en un salón de clase en la universidad. Sus universidades fueron aquellas prisiones acá en Estados Unidos”, aseveró Fuller.
“Tengo fotografías de él predicando en las mezquitas, hablando del entrenamiento de la hombría, familia, hijos, su esposa, responsabilidad. Esos principios por separado suenan simples, pero en conjunto, incluso hoy en día, necesitamos escuchar más de eso”, indicó el vendedor lleno de pasión mientras recuerda al hombre que él llama su héroe.
“El hombre negro está afuera de la casa. Malcolm nos estaría diciendo que nos abrocháramos el cinturón, seamos fuertes y defendamos a nuestra comunidad. Levántense al lado de sus mujeres, levántense por sus mujeres, levántense por sus hijos. Y en el ámbito internacional, intentaría unir a los órganos porque eso era lo que estaba haciendo en el 65. Únanse, trabajen como una raza”.
Habiendo pasado tanto tiempo en la ciudad donde Malcolm X perfeccionó sus habilidades, Fuller no puede evitar sentir que está caminando literalmente en los zapatos de la icónica figura.
“En muchas ocasiones, este mismo lugar en el que estamos parados, he dicho que el espíritu de Malcolm X está aquí porque lo puedo sentir”, expresó Fuller. “Hay una energía. La siento en todas partes, pero en particular aquí en Harlem. Es la más fuerte porque él caminó por estas calles”.
*Daniela Mendoza y María Paula Triviño contribuyeron a la redacción de esta nota.
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