
LONDRES
El bloque gobernante de centroizquierda de Dinamarca obtuvo la mayoría de los votos en las elecciones generales, lo que se considera un voto de confianza en Mette Frederiksen, la primera ministra del país, según informaron los medios locales este miércoles 2 de noviembre.
Se proyecta que el “bloque rojo” de izquierda liderado por Frederiksen formará un nuevo gobierno con 90 escaños en el Parlamento de 179.
Tras una noche electoral angustiosa y caótica, no estaba claro hasta el final si el "bloque rojo" o el "bloque azul" de derecha obtendrían la mayoría.
El bloque rojo, no solo ganó, sino que los socialdemócratas obtuvieron su segundo mandato y mantuvieron su posición como el partido más grande del Parlamento, su mejor resultado en 20 años.
A pesar de su victoria, Frederiksen se enfrenta a negociaciones gubernamentales difíciles, ya que durante su campaña abogó por una amplia coalición entre la tradicional división izquierda-derecha.
El líder de la oposición, Jakob Ellemann-Jensen, del Partido Liberal y su bloque azul perdieron 19 de sus 43 escaños en el Parlamento.
El bloque azul se ha dividido y parece no tener un líder claro.
Aunque los recién formados moderados del ex primer ministro Lars Lokke Rasmussen entraron al Parlamento con 16 escaños, no consiguió ser una pieza clave en la mediación entre los bloques como esperaba.
La primer ministra tuvo que convocar elecciones anticipadas a raíz de un escándalo por el sacrificio de 17 millones de visones de criadero en el país en 2020.
Los partidos de oposición la acusaron de violar la ley y se concluyó que su decisión de ordenar el sacrificio de los visones por temor a que la COVID-19 pudiera propagarse a través de ellos en las granjas carecía de fundamento legal.
*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.
El sitio web de la Agencia Anadolu contiene sólo una parte de las historias de noticias ofrecidas a los suscriptores en el Sistema de Difusión de AA News (HAS), y en forma resumida.