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El ecuatoriano que corrió una media maratón a 4.000 metros bajo tierra

Millán Ludeña habló con la Agencia Anadolu sobre la aventura que lo llevo a correr en la mina de oro más profunda del planeta, donde obtuvo un Récord Guinness, y en el punto más cercano al sol.

Sergio García  | 22.09.2017 - Actualızacıón : 23.09.2017
El ecuatoriano que corrió una media maratón a 4.000 metros bajo tierra Millán Ludeña corrió 21 kilómetros en la mina Mponeng de Sudáfrica y en el volcán Chimborazo de Ecuador. (Cortesía Levector - handout Agencia Anadolu)

Bogotá

El ecuatoriano Millán Ludeña se convirtió el pasado 20 de agosto en el primer humano en correr una media maratón a 4.000 metros bajo tierra. La pista fue la mina de oro de Mponeng, ubicada a unos 75 kilómetros de Johannesburgo, en Sudáfrica, considerada la más profunda del planeta.

Ludeña se impuso a los más de 40 grados de temperatura que se sienten en la profundidad, a la humedad relativa del 80% y a una presión atmosférica de 1.4, traducidos en una sensación similar a la que experimentaría un buceador cinco metros bajo la superficie del mar.

“El sitio tiene limitaciones de visibilidad y oxígeno. Es un infierno”, dijo el corredor a la Agencia Anadolu.

Millán Ludeña llegó a Mponeng por la directora de la aventura, su novia Carolina Bassagnana. Ella investigó los lugares más profundos conocidos por el hombre hasta ubicar la mina sudafricana, un colosal monumento a la extracción de oro donde 5400 toneladas de piedra se excavan a diario.

La compañía AngloGold Ashanti, operadora de la mina, le envió a la pareja un certificado que constataba que Mponeng es la más profunda del mundo y le permitió a Ludeña llevar a cabo el reto de correr 21 kilómetros a 4.000 metros bajo tierra.

El tramo de la media maratón fue diseñado en un espacio de un kilómetro que Ludeña recorrió 21 veces en dos horas y 31 minutos. Una representante de los Récord Guinness viajó hasta el país africano para documentar desde un puesto de control en la superficie de la mina la hazaña del ecuatoriano.

“Al subir a la superficie, recibimos el récord”, contó Ludeña sonriente. Explicó, además, que su entrenamiento se dividió en una preparación física y psicológica a cargo del equipo que lo acompañó. El acondicionamiento incluyó extenuantes jornadas en las que tuvo que trotar dentro de un salón similar a un sauna, con temperaturas superiores a los 40 grados. 

La primera vez que hizo esa prueba se desmayó a los 15 minutos y sus entrenadores tuvieron que introducirlo en una tina a 19 grados de temperatura para recuperar su consciencia. “Fue un shock tan fuerte para el cuerpo que el sistema colapsó”, recordó. El corredor destacó que tuvo que adaptarse de a poco al calor y a la humedad hasta lograr un entrenamiento de 30 minutos con el pulso controlado dentro del salón diseñado para su acondicionamiento. 

El entrenamiento con condiciones similares a las de la mina era necesario para adaptar su cuerpo y conocer las características de la hidratación requeridas por su fisiología. Su mayor preocupación era que varios músculos se contrajeran en la profundidad de los 4.000 metros y agotaran su corazón en el intento de recobrar varias partes de su humanidad. “Sin un plan de hidratación adecuado estaba en riesgo de sufrir múltiples calambres. Si eso sucedía podía sufrir un paro cardíaco porque el corazón no sabe a dónde bombear sangre al tener que recuperar varios músculos”, aseguró el atleta.

El detrás de cámaras del Récord Guinness

La aventura de Ludeña tiene una historia detrás de cámaras. El desplazamiento hasta Sudáfrica nació del proyecto ‘Desde el Centro de la Tierra al Sol’, que propuso no solo la media maratón en Mponeng sino correr otros 21 kilómetros en el punto más cercano al Sol, ubicado en el volcán Chimborazo en Ecuador. 

El proyecto de Ludeña interesó a la productora Levector, que seguía al corredor por tener en su historial una participación en la Maratón del Hielo de la Antártida de 100 kilómetros, en enero de 2016, y en la Maratón Des Sables de 240 kilómetros en Marruecos en el desierto del Sahara, en abril de 2014.

Levector, con la dirección del cineasta uruguayo Oliver Garlant, se embarcó con Ludeña en el proyecto ‘Desde el centro de la Tierra al Sol’ y grabó la historia del ecuatoriano que buscaba correr en los sitios más extremos del planeta.

En el Chimborazo Ludeña hizo un recorrido de 15 kilómetros en las faldas de la montaña, unos 4.800 metros de ascenso hasta un refugio y una subida final de 1.480 metros en la que tardó nueve horas hasta coronar la cumbre de 6.280 metros, y así completar la media maratón.

El ecuatoriano destacó que el documental es el gran resultado de sus hazañas. Obtener el Récord Guinnes por la media maratón bajo tierra no era su principal motivación, sino correr en los sitios más cercanos al centro de la Tierra y al Sol. “El récord fue la cereza del pastel pero el proyecto no giraba en torno a ello sino a unir los puntos más remotos del mundo y, en lo personal, sumar recorridos en los lugares más difíciles del mundo”.

Detrás de estos recorridos inhóspitos está su pretensión de aprovechar cada instante de la vida, un deseo que tiene desde que su mejor amigo falleció hace 10 años. “Con esa muerte entendí que la vida es efímera. Que todo ser humano tiene la opción de adecuarse a sus barreras o ir más allá”, destacó Ludeña.

Esa constante aspiración por superar sus propios límites lo ha llevado a tener, sin duda, una vida de documental.  

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