BOGOTÁ

El candidato de extrema derecha del Partido Republicano de Chile (PRCh), José Antonio Kast Rist, obtuvo una contundente victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Chile el pasado domingo, derrotando a su oponente de izquierda, Jeannette Jara.

Kast ganó con el 58,17% de los votos, mientras que Jara, miembro del Partido Comunista y exministra del Trabajo, obtuvo el 41,83%.

Jara reconoció su derrota poco después del recuento inicial, afirmando que la democracia habló alto y claro.

El resultado marca un repunte significativo para Kast, quien quedó en segundo lugar en la primera vuelta el 16 de noviembre. A pesar de ganar la primera vuelta con el 27% de los votos, frente al 24% de Kast, Jara consolidó fácilmente los votos de todos los demás candidatos de derecha, cuyo total combinado superó ampliamente el de la izquierda.

La campaña de Jara también se vio obstaculizada por el bajo índice de aprobación del gobierno de turno, liderado por el presidente Gabriel Boric, que pertenece a su coalición gobernante.

Kast es un abogado ultraconservador y exlegislador que se postuló con una plataforma de línea dura que exigía "mano dura" para restablecer el orden público. Es un católico acérrimo, conocido por su oposición al aborto y al matrimonio igualitario, y ha sido un abierto admirador del exdictador Augusto Pinochet.

Las elecciones se definieron abrumadoramente por las preocupaciones sobre la seguridad, que han superado a la economía, la salud y la educación como el principal problema del país, según las encuestas.

Aunque Chile sigue siendo uno de los países más seguros de Latinoamérica, el reciente aumento del crimen organizado, los homicidios y casos de alto impacto, como los secuestros, alimentó una sensación de anarquía en la población.

Kast aprovechó este sentimiento y prometió medidas drásticas para abordar la seguridad, incluido el despliegue del ejército en barrios con alta tasa de criminalidad, la construcción de un muro en la frontera norte y la deportación de todos los migrantes que se encuentran ilegalmente en el país. La población inmigrante de Chile se ha duplicado en la última década, impulsada principalmente por unos 700.000 venezolanos.

El resultado marca la última de una serie de victorias para la extrema derecha en Latinoamérica, siguiendo una tendencia que ha visto a líderes de derecha llegar al poder en países como Argentina y Ecuador. Las elecciones también se caracterizaron por un aumento significativo en la participación electoral, ya que el voto fue obligatorio por primera vez en más de una década.

Estados Unidos felicitó a Kast, inspirado por Trump, por su victoria.

*Traducido por Daniel Gallego.