ANKARA, Türkiye

El docente de la Academia Nacional de Inteligencia de Türkiye Hakki Uygur escribió un análisis para Anadolu sobre el accidente de helicóptero que involucró al presidente de Irán, Ibrahim Raisi, al ministro de Relaciones Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, y otros funcionarios, y los posibles escenarios que vendrán como consecuencia.

¿Qué pasó el domingo?

El 19 de mayo, alrededor de las 4:30 p.m. hora local (13:00 GMT), las agencias de noticias iraníes informaron que un helicóptero que transportaba al presidente Ebrahim Raisi se había estrellado.

Raisi había llegado a un lugar en la frontera entre Irán y Azerbaiyán, donde él y su homólogo del país vecino, Ilham Aliyev, inauguraron el complejo hidroeléctrico de Giz Galasi, construido conjuntamente por las dos naciones sobre el río Aras.

Para viajar de regreso a la ciudad noroccidental de Tabriz desde la región de Khodaafarin, Raisi optó por viajar en helicóptero. Él y la delegación que lo acompañaba, incluido el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amir Abdollahian, partieron en tres helicópteros.

Poco después, funcionarios iraníes anunciaron que la aeronave que transportaba al presidente y al ministro de Relaciones Exteriores había realizado un aterrizaje forzoso.

Se confirmó que Raisi, Amir Abdollahian, el gobernador de la provincia de Azerbaiyán Oriental y el imán de oración del viernes de Tabriz estaban a bordo también.

Los informes iniciales sugirieron que se había localizado a Raisi y los demás pasajeros y que no hubo víctimas, pero posteriormente se demostró que dichos informes eran falsos.

El helicóptero se estrelló en una zona montañosa dentro de los límites administrativos de Tabriz, y el ministro del Interior de Irán, Ahmad Vahidi, dijo que no se pudo llevar a cabo una operación de búsqueda y rescate desde el aire debido a las malas condiciones climáticas.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, pidió oraciones, al señalar que podrían llegar noticias del peor de los escenarios. Los equipos de rescate tuvieron dificultades para llegar al lugar del accidente debido a las inclemencias del tiempo y al terreno, y, según informes, algunos miembros se perdieron.

Los restos del helicóptero finalmente fueron localizados este lunes por la mañana, cuando Türkiye desplegó un dron Akinci para unirse a la búsqueda. No se encontraron supervivientes.

Tras estos acontecimientos, funcionarios del Gobierno se reunieron para discutir cómo abordar la crisis, mientras que algunas agencias de noticias informaron que el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán se reunió en la oficina de Jamenei.

¿Accidente o sabotaje?

Si bien sigue faltando evidencia concreta, han surgido especulaciones de sabotaje en medio de crecientes tensiones entre Israel e Irán.

El reciente ataque con misiles y drones que Irán lanzó contra Israel el 13 de abril no tuvo represalias significativas. Israel no había respondido significativamente debido, en parte, a la presión de Estados Unidos.

Si saboteadores israelíes estuvieron detrás de este accidente, para Tel Aviv será muy fácil negarlo. Sólo ambas partes son conscientes de lo sucedido, lo que podría aliviar las tensiones durante un tiempo.

Tampoco se puede descartar la participación de facciones políticas internas. La decisión de volar en una región montañosa con mal tiempo en un helicóptero muy viejo añade credibilidad a tales especulaciones.

En la política interna, con Raisi fuera de escena, las posibilidades de que el hijo del líder supremo Jamenei, Mojtaba Jamenei, suceda a su padre han aumentado considerablemente.

En consecuencia, el actual presidente del Parlamento, Mohammad Bagher Ghalibaf, un importante aliado de Mojtaba Jamenei, tiene ahora más posibilidades de convertirse en presidente en las elecciones que se celebrarán dentro de 50 días.

Esto, al hacer que la administración de Irán sea más uniforme, podría allanar el camino para una transición post-Jamenei más fluida.

¿Cuál es el posible impacto regional?

Si la muerte de Raisi se consideran un simple accidente, esto podría minimizar el impacto del incidente en la región.

Según la Constitución iraní, si el presidente muere o queda incapaz de desempeñar sus funciones, el primer vicepresidente asume el poder temporalmente hasta que se elija un nuevo mandatario en un plazo de 50 días.

Mientras tanto, continuarán las conocidas políticas internas y exteriores de Irán, dictadas en gran medida por el líder supremo Jamenei.

Incluso si se trata de un sabotaje, es probable que no se revele y que no tenga mucho impacto en los acontecimientos regionales.

Sin embargo, dado el equilibrio regional ya tenso y frágil después del 7 de octubre, un curso de acción más agresivo podría implicar una respuesta muy diferente contra objetivos de Israel en ese país o en una tercera nación.

Sin embargo, es esencial subrayar que en el momento existe una ausencia de pruebas que apunten a un sabotaje.

*Las opiniones expresadas en los artículos son del autor y podrían no reflejar la política editorial de Anadolu.

**Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.