El saliente fiscal general de Estados Unidos, WIlliam Barr, dijo que no veía base legal para nombrar un fiscal especial para investigar las "infundadas" afirmaciones del presidente, Donald Trump, sobre fraude electoral en las pasadas elecciones del 3 de noviembre.

En su última rueda de prensa, antes de dejar el cargo esta semana, Barr dijo a los reporteros que no veía legitimidad para la medida dado que las investigaciones no han podido descubrir ninguna evidencia de fraude en una escala que hubiera afectado el resultado de las elecciones.

"Si pensara que un abogado especial en esta etapa es la herramienta correcta y apropiada, nombraría uno, pero no lo he hecho y no voy a hacerlo", aseveró el funcionario.

Trump ha continuado asegurando que le robaron las elecciones y que fue víctima de un fraude electoral, pero sin llegar a mostrar evidencia que corrobore sus acusaciones.

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Según el diario New York Times, durante una acalorada reunión el viernes pasado, Trump planteó la idea de nombrar como fiscal especial a Sidney Powell, uno de sus abogados de campaña que planteó teorías de conspiración inverosímiles para explicar la derrota del presidente en las elecciones. La mayoría de los ayudantes de Trump se opusieron a la idea, incluido el jefe de gabinete Mark Meadows y Rudy Giuliani, el exalcalde de la ciudad de Nueva York, quien ha liderado gran parte de las fallidas pugnas legales de fraude electoral.

Durante la reunión también se planteó la idea de que Trump emitiera una orden ejecutiva para confiscar las máquinas de votación, según el Times.

Ante el hecho, Barr manifestó este lunes que no veía "ninguna base ahora para la incautación de máquinas por parte del Gobierno federal".

El fiscal también descartó el nombramiento de un fiscal especial para continuar las investigaciones contra Hunter Biden, hijo del presidente electo de EEUU, Joe Biden.

*Juan Felipe Vélez Rojas contribuyó con la redacción de esta nota.