La secretaria del Interior de Estados Unidos, Deb Haaland, anunció este martes que iniciarían una investigación de los internados donde se educaban niños indígenas en territorio estadounidense y algunos casos de desaparición.

El anuncio se produce semanas después del hallazgo de los restos de 215 niños indígenas en el jardín de la Escuela Residencial Católica de Kamloops en Columbia Británica, Canadá.

Haaland, quien tiene orígenes nativos americanos, anunció que el Gobierno federal revisará el pasado mecanismo de control de los internados de nativos americanos e investigará la verdad sobre los niños que desaparecieron en esas escuelas.

"Este trabajo implicará la recopilación y revisión de décadas de registros para identificar antiguos internados, lugares de enterramiento conocidos y posibles en o cerca de estas escuelas, y revelar los nombres de los estudiantes así como sus lazos tribales", agregó Haaland, quien hizo énfasis en que esta es la primera vez que se hace esta clase de estudio en el país.

Haaland señaló que miles de niños nativos americanos fueron separados de sus familias y comunidades durante décadas y afirmó que "para abordar el impacto intergeneracional de los internados de nativos americanos y fomentar la curación espiritual y emocional en nuestras comunidades, debemos arrojar luz sobre los traumas tácitos del pasado, sin importar lo difícil que sea".

Haaland, la primera nativa americana en servir en el gabinete de EEUU, realizó sus declaraciones a miembros del Congreso Nacional de Nativos Americanos e informó el inicio de este trabajo y cómo funcionaría el proceso

La ministra señaló que esperan que el informe final del estudio esté listo para el 1 de abril de 2022.

Con la Ley de Civilización de Nativos Americanos aprobada en 1819 se aprobaron leyes para establecer y apoyar los internados de nativos americanos en Estados Unidos.

Hasta 1996 los niños nativos americanos se vieron obligados a asistir a estos internados.

En los Estados Unidos y Canadá, los niños de los pueblos indígenas debían asistir a escuelas cristianas financiadas por el Estado para recibir educación que eliminaba sus tradiciones culturales. Estos niños también fueron convertidos por la fuerza al cristianismo y no se les permitía hablar su idioma.

*Camilo Hernández contribuyó con la redacción de esta nota.