La comunidad de inteligencia estadounidense culpó formalmente el viernes al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, del asesinato del columnista del Washington Post, Jamal Khashoggi, ocurrido en 2018.

El esperado informe desclasificado de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional concluyó, basado en gran medida en el análisis de la CIA, que el gobernante de facto del Reino “aprobó” y casi con certeza ordenó el asesinato.

“Basamos este análisis en el control del Príncipe Heredero sobre la toma de decisiones en el Reino, la participación directa de un asesor clave y miembros del destacamento protector de Muhammad bin Salman en la operación, y el apoyo del Príncipe Heredero al uso de medidas violentas para silenciar a los disidentes en el extranjero, incluyendo a Khashoggi”, se lee en el informe.

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Khashoggi fue brutalmente asesinado y probablemente desmembrado después de ingresar al consulado saudí en Estambul, Turquía, en octubre de 2018 a manos de funcionarios saudíes. Si bien Riad inicialmente negó cualquier papel en su muerte, luego buscó argumentar que fue una operación de captura fallida.

Los restos de Khashoggi nunca se encontraron, en medio de especulaciones de que estos fueron disueltos en una tina de ácido en el edificio diplomático.

Esa explicación ha sido ampliamente rechazada tanto por la ONU como por un grupo de legisladores estadounidenses que han cubierto la culpabilidad de bin Salman.

La evaluación de inteligencia no es nueva. El expresidente Donald Trump bloqueó su lanzamiento mientras buscaba constantemente proteger a bin Salman de la culpa en un asesinato que sacudió al mundo.

Pero la administración de Biden ha dado prioridad a su publicación, a pesar de las posibles repercusiones para la relación entre Estados Unidos y Arabia Saudita.

*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.