El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, subrayó en su cuenta de Twitter que "Irán nunca ganó una guerra, pero jamás perdió una negociación". 

Trump escribió esto un día después de ordenar un bombardeo en Bagdad, Irak, en el que murió el comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución de Irán, Qasem Soleimani, y el jefe adjunto de Hashd al-Shaabi o Fuerzas de Movilización Popular (PMF) de Irak, Abu-Mahdi al-Muhandis. 

En redes, Trump añadió que “el general Qasem Soleimani asesinó e hirió seriamente a miles de estadounidenses a lo largo de un gran período de tiempo, y estaba planeando asesinar muchos más... ¡pero fue atrapado!”.

El ataque ocurrió en medio del aumento de tensiones con EEUU, después de que miles de manifestantes respaldados por Irán irrumpieron en la embajada estadounidense en Bagdad.

Estas agresiones contra la sede diplomática de EEUU se llevaron a cabo en represalia por los ataques ordenados por Washington en Irak y Siria donde fallecieron 25 combatientes de Kataeb Hezbolá, grupo integrante del PMU, que fue acusado de realizar ejecuciones extrajudiciales en Irak antes de participar en operaciones anti-Daesh/ISIS en el país en 2017.

En los últimos años, Soleimani tuvo un rol activo en la lucha contra Daesh/ISIS en Irak. El general lideró personalmente varios grupos chiítas que enfrentaron a este grupo terrorista.

Varios expertos aseguran que Soleimani fue uno de los hombres claves que permitió a Teherán extender su influencia en la turbulenta región.

El asesinato de Soleimani recrudeció los ánimos del pueblo iraní de hacer frente a los avances de Estados Unidos, dijo el presidente de Irán, Hassan Rouhani.