Un total de 12 policías del estado de Tamaulipas, en México, fueron detenidos por participar en la masacre de 19 personas que fueron halladas calcinadas la semana pasada.

El fiscal general de Tamaulipas, Irving Barrios, anunció que los oficiales están acusados de “homicidio, abuso de autoridad y falsedad en informes dados a una autoridad”. Aún no se sabe si los policías están acusados por participar de manera directa o indirecta en el crimen.

“Cobra fuerza la teoría de la alteración de la escena del crimen, debido a la ausencia de casquillos y municiones en concordancia con los disparos que presentaba la pick up, y a la contradicción entre lo reportado en el informe policial homologado del día de los hechos y las entrevistas de los elementos que tuvieron conocimiento de los mismo”, dijo Barrios a los medios de comunicación mexicanos.

La mayoría de personas asesinadas serían migrantes centroamericanos que intentaban llegar a Estados Unidos, cruzando de manera ilegal desde México.

En las investigaciones que adelanta la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas se encontró que una de las camionetas en las que estaban los cuerpos había sido confiscada por el Instituto Nacional de Migración (INM) de México.​​​​​​​

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Por este motivo, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez, anunció que se iniciará una investigación en contra del INM para establecer por qué un vehículo que supuestamente estaba bajo su custodia terminó involucrado en un crimen ejecutado por redes criminales de la zona.