El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS, por sus siglas en inglés) se convirtió este jueves 12 de agosto en la última agencia gubernamental en exigir vacunas contra el coronavirus para su fuerza laboral.

El secretario del HHS, Xavier Becerra, indicó que el mandato de la vacuna se aplicaría a los médicos, investigadores, contratistas y voluntarios del Servicio de Salud Indígena, los Institutos Nacionales de Salud y el Cuerpo Comisionado del Servicio de Salud Pública de EEUU.

En total, la medida cobija a unos 25.000 empleados que tratan directamente con pacientes en instalaciones de investigación médica o clínica federales.

"Nuestro objetivo número uno es la salud y la seguridad del público estadounidense, incluida nuestra fuerza laboral federal, y las vacunas son la mejor herramienta que tenemos para proteger a las personas de la COVID-19", manifestó Becerra en un comunicado.

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La agencia tiene más de 80.000 empleados. Aquellos que no vienen del nuevo mandato ya están bajo una nueva orden del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que requiere que los trabajadores federales y los trabajadores contratados demuestren su estado de vacunación o se sometan a pruebas periódicas.

Pero la orden no es un mandato de vacuna directo.

La decisión del HHS se da tras la orden del mes pasado de la Asociación de Veteranos de vacunar a sus trabajadores de la salud. También se da tras la declaración del secretario de Defensa, Lloyd Austin, de que los miembros del servicio activo del Ejército estadounidense deben recibir la vacuna para mantener la preparación militar.

*Juan Felipe Vélez Rojas contribuyó con la redacción de esta nota. ​​​​​​​