Corrientes marinas vitales para el planeta están fallando
El "sistema circulatorio" que afecta el clima mundial lleva décadas sin funcionar adecuadamente, según encontraron investigadores de diversas universidades.

BOGOTÁ, Colombia
El sistema de corrientes oceánicas que transporta las cálidas aguas del Caribe hacia el norte y las frías polares al sur lleva décadas fallando.
El hallazgo, reseñado en la revista Nature, tendría fuertes impactos en el clima, así como la vida animal y vegetal del planeta. Las corrientes, que han sido llamadas “el sistema circulatorio” de la Tierra, son las encargadas de llevar nutrientes, calor y gases por el planeta.
Investigadores del departamento de meteorología de la Universidad de Reading (Reino Unido), el departamento de Geología y Geofísica del Instituto Oceanográfico Woods Hole (EEUU), el Centro Nacional de Ciencia Atmosférica, la Escuela de Ciencias de la Tierra y del Océano de Universidad de Cardiff (Reino Unido) y el Instituto de Oceanografía de Bedford (Canadá) realizaron dos investigaciones diferentes que llegaron a conclusiones similares.
Los científicos aún no coinciden cuándo empezaron a frenarse estas corrientes, pero afirman que podría haber sido desde hace décadas.
El artículo explica que el motor que está fallando no depende de los vientos ni las mareas. Se trata de aguas menos densas (calientes) y más densas (frías) que por su propio peso viajan de una punta a otra del globo.
Una de ellas es la corriente del Golfo en el océano Atlántico, una inmensa masa de aguas cálidas, y por ello, menos densas y pesadas. Estas viajan hasta el norte desde el Caribe, perdiendo calor en el camino, lo que afecta el clima de Europa Occidental.
En sentido inverso viajan las aguas frías de mares como el de Labrador, el de Barents o el de Groenlandia. Se hacen aún más densas y pesadas con el aporte de la sal expulsada del hielo ártico. Se hunden y forman lo que los expertos llaman el agua profunda del Atlántico Norte, que se desplaza hacia el sur.
El océano es sin duda más complejo pero estas fuerzas que crean las aguas calientes y frías son las arterias principales de la circulación meridional de retorno del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés).
Según el climatólogo y colíder del grupo de predicción climática del Barcelona Supercomputing Center, Pablo Ortega, “la AMOC se ha debilitado en los últimos 150 años hasta niveles nunca registrados en más de un milenio".
Entre las consecuencias de esta falla están los fuertes cambios climáticos que podrían causar huracanes y otros fenómenos. Por un lado, menos agua caliente que va hacia el norte, significaría más frío en los países de Europa del norte.
El calor que no viaja hasta al norte se quedaría en la zona ecuatorial, aumentando aún más las temperaturas de esta zona, lo que podría elevar la frecuencia e intensidad de los huracanes.
Los investigadores estiman que el flujo se ha reducido entre un 15% y un 20%, es decir, unos tres millones de metros cúbicos por segundo.
Los científicos aún barajan explicaciones para este fenómeno. Lo que podría haber pasado es que el calentamiento provocó el deshielo de grandes capas de la región ártica.
La gran cantidad de agua dulce alteró el mecanismo de la AMOC haciendo de tapón: al diluir el agua del mar redujo su densidad, frenando su hundimiento. Al frenar el hundimiento se ralentizó la llegada de las aguas cálidas del sur.
Otra posible causa es el deshielo de la "mini edad" de hielo que ocurrió entre el siglo XV y el XIX.
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