Confesiones de exintegrantes del PKK muestran el lado oscuro del grupo terrorista
Niños secuestrados por el PKK eran reclutados bajo engaños para llenar las filas de la organización, según los testimonios.

ANKARA
Varios exintegrantes de la organización terrorista PKK se entregaron ante las autoridades de Turquía y en sus confesiones sacaron a la luz el lado más oscuro del grupo. Según los testimonios, niños secuestrados por el PKK eran llevados bajo engaños a las montañas del país para llenar las filas de la organización. Muchos de los menores eran violados y torturados.
Las confesiones de los exintegrantes del PKK que se entregaron en las ciudades turcas de Mardin y Sirnak, fueron registradas por el Comando General de Gendarmería del país y entregadas a la Agencia Anadolu bajo condición de anonimato debido a las preocupaciones de seguridad de los testigos.
Según uno de los testimonios, los menores secuestrados por el grupo eran llevados bajo engaños y promesas de que “cuidarían de sus familias y vivirían en muy buenas condiciones, pero en realidad vivían bajo torturas y malos tratos de la organización; a menudo padecían hambre y tenían que permanecer en las montañas bajo la nieve y la lluvia en malas condiciones sin poder bañarse durante meses”.
Según otro testimonio por parte de un exintegrante del PKK que había estado en Siria durante cuatro años, “uno de los terroristas de alto rango de la organización, de 25 años, había violado a un niño de 12-13 años que era parte del PKK en la ciudad siria de Deir Ez Zor”.
Otro exmilitante afirmó: "nos llevaron a Siria a combatir a Daesh/ISIS y el régimen sirio. Nos echaban agua fría, disparaban detrás de nosotros y nos decían ‘escapa’, no podíamos ver a nuestra familia. Hacían ataques bomba contra menores y mataban civiles. Estuve cinco años en Siria pero se sintieron como 50 años”.
“Muchas mujeres combatientes del PKK no podían tolerar la situación. Muchas se suicidaban o las que intentaban escapar las asesinaban” agregó el exmilitante.
Uno de los miembros del grupo que se entregó en la ciudad turca de Mardin señaló que había ingresado a las filas del PKK cuando tenía 13 años, "me dijeron ‘vamos a enviarte a la montaña, y allí la organización te ayudará y harás lo que quieras. Luego me enviaron al edificio del HDP (Partido Democrático de los Pueblos). Cuando entré al edificio de HDP y les expliqué la situación, me dijeron: 'está bien, has venido al lugar correcto, te ayudaremos, haremos nuestro mejor esfuerzo. No te entregaremos al Estado. Pero si escapas de nosotros, el Estado te castigará”.
Otro miembro de la organización, que declaró que se unió a la organización en 2016, afirmó que lo llevaron a Siria para luchar contra DAESH pero después de un tiempo vio que el PKK no era diferente al DAESH, y que practicaba la misma brutalidad y ataques del grupo terrorista.
Según los exintegrantes del PKK la vigilia de las Madres de Diyarbakkir, una protesta realizada por un grupo de familiares turcos de jóvenes que presuntamente fueron llevados a las filas del PKK a combatir y piden su regreso, ha tenido un gran efecto en las filas del grupo terrorista y los jóvenes que logran escuchar las voces de sus familiares están buscando la forma de regresar, a pesar de que el grupo castiga fuertemente tales intenciones.
Ver también: Turquía: continúa la protesta de las madres de Diyarbakir
En su campaña terrorista de más de 30 años contra Turquía, el PKK, catalogado como organización terrorista por Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea (UE), ha sido responsable de la muerte de más de 40.000 personas.
*Camilo Hernández contribuyó a la redacción de esta nota.
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