Colonos israelíes afectan los cultivos de los palestinos en Cisjordania
En 2020, los colonos judíos dañaron 8.400 árboles de olivos, afectando la subsistencia de miles de palestinos.

Ankara
En la aldea de Burin, ubicada a las afueras de la ciudad de Naplusa en territorio palestino de Cisjordania, Basheer Zaban junto con su familia recolectaban aceitunas de sus huertos. De repente, decenas de colonos judíos enmascarados los atacaron con piedras. El pueblo, que queda a siete kilómetros de Naplusa, está rodeado por el asentamiento de Yitzhar.
“No pudimos verlos porque se escondían detrás de los árboles. Nos apuntaban con piedras. Casi nos matan”, aseveró Basheer, cuyos cinco familiares resultaron heridos en el ataque.
Los ataques de los colonos van dirigidos a las aldeas palestinas clasificadas como Zona C, que hace parte de la división administrativa de Cisjordania, donde Israel tiene un control casi exclusivo, incluida la aplicación de la ley, la planificación y la construcción.
Gracias a los acuerdos de Oslo firmados en 1993, Israel administra casi el 60% del territorio de Cisjordania. Sin embargo, el pacto estipulaba que, eventualmente, estas tierras serían transferidas a la jurisdicción palestina.
Dado que Israel sigue construyendo asentamientos judíos en esta área, las aldeas de Burin, Oreef, Madama, Jalood, Aserah al-Qibliah, Aqraba y Burqa en el sur de Naplusa y Salfit y algunas aldeas en el noreste de Ramala se han convertido en objetivos directos de los ataques de colonos, obligando a los palestinos a abandonar sus fértiles tierras.
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Según la Campaña Muro Anti-Apartheid Comunitario de Palestina, una coalición de organizaciones no gubernamentales palestinas, 2020 fue el año más difícil para los agricultores. Más de 8.400 olivos fueron arrancados o quemados.
“Los ataques de los colonos se coordinan contra los agricultores y nuestros voluntarios. Realizaron ataques mortales, al punto de que un anciano se fracturó el cráneo”, dijo Jamal Jomah, jefe de la coalición de ONGs.
En 1990, las autoridades israelíes obligaron a Shawqi Abu Mujahed a cerrar su cantera de rocas en su aldea, Madama; para la construcción de una carretera hacia un asentamiento. Una vez que se cerró su fuente de vida, la cantera, Shawqi junto con sus hermanos comenzaron a trabajar en los campos de olivos.
“Pero los helicópteros de la ocupación quemaron nuestros olivos además de otros campos en el norte y sur del pueblo. Muchas veces, los colonos han quemado nuestros árboles”, afirmó Shawqi a la Agencia Anadolu.
Se han duplicado los problemas de los agricultores
El sufrimiento de los agricultores se duplicó cuando los colonos cortaron el suministro de agua a la aldea de Madama.
“Cuando los colonos extremistas nos atacan, el ejército los apoya disparando y arrestando a los agricultores palestinos, e incluso a aquellos que se solidarizan con ellos”, explicó.
La casa de Shawqi ha sido atacada por los colonos de Yitzhar durante los últimos años de manera frecuente en las noches.
“Hacen esto para tomar la dominación y obligarnos a abandonar la zona”, aseguró el agricultor palestino, quien muchas veces ha escapado por poco después de ser atacado por colonos y soldados israelíes.
Los agricultores palestinos ya no se atreven a visitar solos sus orquídeas. Van a los campos en grupos, armados con escudos para protegerse de las piedras.
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“Los colonos también roban frutas maduras. Han talado árboles y han robado nuestras herramientas para atacar nuestra fuente de vida”, agregó Shawqi.
Según Nazeh Fkhaida, director del Departamento Palestino de Documentación de Daños Agrícolas, el número total de árboles arrancados, quemados o envenenados químicamente por los colonos desde 2010 se elevó a 101.988, lo que representa pérdidas por USD 47 millones.
Líderes religiosos judíos ultrarradicales como Neseam Moufel y Shlomo Retsaken han emitido decretos que obligan a los colonos a arrancar los olivos que pertenecen a los palestinos.
En 2006, la Campaña Muro Anti-Apartheid Comunitarioa de Palestina lanzó un proyecto para apoyar a los agricultores expuestos a estas violaciones.
COVID-19 afecta la iniciativa de las ONG para ayudar a los agricultores
Cada año, a partir del 16 de septiembre, lanzan una campaña de un mes para ayudar y proteger a los agricultores durante la cosecha. También les ayudan durante la temporada de siembra desde noviembre hasta finales de marzo llevando voluntarios de universidades y otros sectores. Pero este impulso se vio afectado este año debido al estallido de la pandemia del coronavirus.
“Formamos muchos comités en las aldeas para proteger a los agricultores, documentar violaciones y reclamar tierras degradadas”, dijo Qasem Awwad, jefe del departamento de documentación de la alianza de ONGs.
Otra ONG, la Unión de Comités de Trabajo Agrícola (UAWC) ha ayudado a 44 agricultores a plantar más de 5.000 olivos durante los últimos dos meses en las afueras de Nablus.
“Nuestra unidad legal documenta todos los informes mensuales de violaciones, los seguimos legalmente con nuestros socios y las organizaciones internacionales de derechos humanos”, señaló Moyaad Bsharat, jefe de proyectos de la UAWC.
“Estimamos que más de 2 millones de árboles han sido arrancados de raíz desde 1967. Las violaciones nunca se han detenido”, asevró Bsharat. Y si todo esto no fuera suficiente, el asentamiento industrial en Burkan está descargando sus residuos químicos directamente en los campos de olivos cerca del pueblo de Salfit, dañando aún más las cosechas.
* Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.
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