Claves para entender el nuevo control de cambio en Argentina
A través de un decreto de necesidad y urgencia (DNU), el presidente argentino Mauricio Macri restringió la compra de dólares para empresas y personas a partir de este lunes.

Argentina
Por: Emiliano Limia
A través de un decreto de necesidad y urgencia (DNU), el presidente argentino Mauricio Macri restringió la compra de dólares para empresas y personas. El límite a la compra es de 10 mil dólares por mes para personas físicas, mientras que las empresas no podrán comprar dólares para atesorar, sólo para pagar importaciones o deudas.
“Con desesperación, el Gobierno acude a un decreto. En el mismo decreto dice que dada la urgencia no hay condiciones para tratarlo en el parlamento, esa es la primera consideración de restricción democrática. La segunda cuestión es que establece regulaciones: un Gobierno que se autoproclama liberal y que dice que hay que desregular la economía, decreta una regulación”, advierte el economista Pablo Kornblum.
Además, los exportadores tendrán a partir de ahora un plazo de cinco días para liquidar sus divisas y requerirán un permiso del Banco Central de la República Argentina (BCRA) para comprar dólares. Según el gobierno, estas medidas buscan proteger a los pequeños ahorristas, para quienes no habrá límites a la extracción de moneda estadounidense.
“Afecta a los exportadores porque los obliga a traer sus dólares (se estima que será una cifra cercana a los 10 mil millones de dólares). Cuando denuncian que han cobrado el dinero, tienen cinco días para liquidarlo. Para el Gobierno es una forma de hacerse de dólares”, continúa Kornblum.
Con este paquete de medidas, publicado ayer y que tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre, se restringe la salida de dólares y se acelera la entrada. Si bien esto podría ser positivo dada la coyuntura que atraviesa el país, la desconfianza sigue latente.
“Son dos efectos contrapuestos. Para estabilizar el mercado cambiario era necesario tomar algunas medidas, y no se descartan nuevas medidas si esto falla”, asegura Gustavo Neffa, economista y socio de la firma Research for Traders.
“Es demostración de la impotencia en que está el gobierno de Macri en la actualidad. Habrá que ver cómo sigue esto más políticamente que económicamente, todavía podemos tener sorpresas con respecto al Gobierno porque falta mucho para las elecciones del 27 de octubre”, señala Kornblum.
Paradoja
Paradójicamente, una de las primeras medidas que tomó Macri al asumir el poder en diciembre de 2015 fue eliminar el “cepo cambiario” que había puesto el kirchnerismo para evitar la fuga de dólares, es decir, levantó todos los controles que había en el mercado de cambios y que ahora (aunque menos restrictivos) se restablecen.
En aquel momento, el gobierno sacó los controles y habilitó la compra de dólares irrestricta para quien lo quisiera. Para Neffa, “toda vez que hay restricciones a las libertades individuales hay una reacción negativa de los mercados que podrían acelerar la salida de dólares”.
En la misma línea, Kornblum opina que “se anticiparon al primer día hábil de septiembre porque imaginaron que iba a ser catastrófico. Estas medidas van a generar que haya una estampida de pequeños y medianos ahorristas que van a tratar de sacar sus dólares del sistema financiero y guardarlos”.
Aparentemente no hay peligro en ese sentido, a priori los dólares están en el BCRA. “Pero si un gobierno desregulador empieza a regular, inevitablemente va a generar ciertos temores en la gente. Para aquella persona que votó a Macri, que votó un programa con ciertas ideas, una forma de ver las cosas, ahora hacer lo contrario no se ve muy bien”, continúa el economista.
Los bancos podrán extender su horario de atención al cliente hasta las 17 (en general trabajan hasta las 15), para poder atender la mayor cantidad de consultas si fuera necesario.
Las razones
Según Neffa, los hechos se han acelerado debido a la reacción después de las elecciones primarias: “Los resultados muy a favor de Alberto Fernández empeoraron la crisis de confianza, y eso obligó al Gobierno a tomar medidas que no se condicen con su idiosincrasia. Fueron un golpe también a los mercados financieros, porque la vuelta del kirchnerismo es un cambio de 180 grados en materia de política económica donde la tasa de inflación va a ser muchísimo más alta”.
Argentina acumula desequilibrios estructurales desde hace muchos años, sobre todo un déficit fiscal que el gobierno de Macri intentó combatir de manera gradual: “se fue dando un agotamiento del gradualismo porque los inversores empezaron a exigir medidas que el Gobierno no pudo o no supo responder. Eso se traduce en falta de confianza para seguir financiando a la Argentina”, asevera Neffa.
“Cuando tenés un riesgo país de 800 puntos básicos, se te cierra el mercado de deuda voluntario internacional. Y al no poder refinanciar las deudas, tenés un problema para pagarlas, es así de sencillo. Esa es la explicacion por la cual Argentina acude al Fondo Monetario Internacional (FMI), que es el prestamista de última instancia”, explica el experto.
Con respecto al FMI, luego de la oficialización de las medidas tomadas por el gobierno emitió un comunicado en apoyo al país: “El personal del FMI está analizando los detalles de las medidas y permanecerá en estrecho contacto con las autoridades en el período hacia adelante, y seguirá al lado de la Argentina durante estos tiempos desafiantes”.
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