Brasil: la sangrienta campaña electoral en la que un candidato es asesinado cada tres días
Desde el inicio oficial de la carrera rumbo a las elecciones municipales, que se disputarán el 15 de noviembre, 16 aspirantes a diferentes cargos fueron víctimas de homicidio.

SAO PAULO, Brasil
Por: Federico Cornali
Desde el pasado 17 de septiembre, cuando comenzó oficialmente la campaña electoral rumbo a las elecciones municipales que se llevarán a cabo en Brasil el próximo 15 de noviembre, 16 candidatos fueron asesinados en 12 estados diferentes (un promedio de un muerto cada tres días).
Así lo indica un informe firmado por el profesor Pablo Nunes, doctor en Ciencias Políticas y coordinador del Centro de Estudios de Seguridad y Ciudadanía. Además de las víctimas, fueron reportados más de 20 atentados contra quienes se encuentran en la carrera por diferentes cargos políticos. A este número se le suma un nuevo atentado ocurrido este lunes contra Ricardo de Moura (Partido Liberal), un candidato a concejal en Guarulhos, zona metropolitana de Sao Paulo, quien resultó herido de bala mientras realizaba una transmisión en vivo por las redes sociales.
Tan solo 48 horas después de la publicación de este informe, el candidato a concejal Valmir Tenorio, conocido como “Hijo de Bibi”, perteneciente al Partido de los Trabajadores (PT), fue acribillado a tiros en Paraty, Costa Verde del estado de Río de Janeiro. “La violencia en la previa de las elecciones municipales es un problema que amenaza a la democracia de todo el país y ahora llegó a Paraty. Le pedimos a la Policía una investigación rigurosa del caso y que refuercen la seguridad de los candidatos, al menos hasta el 15 de noviembre”, escribió la coalición “Trabajando el Futuro de Paraty”, que calificó el ataque de “cobarde” y lamentó “profundamente la violenta muerte” de Tenorio.
De los 16 candidatos asesinados, 15 aspiraban al cargo de concejal y apenas uno, Adriano Sousa Magalhaes, del Partido Solidariedade, buscaba transformarse en alcalde; en este caso, del municipio de Dom Eliseu, ubicado al sudeste del estado de Pará, en el norte brasileño.
Abogado de profesión, Magalhaes almorzaba en un puesto callejero el pasado 7 de octubre, cuando un hombre bajó armado de un automóvil y le disparó varias veces, matándolo en el acto. “Más allá del dolor, este es otro duro golpe contra la democracia; lamentablemente, la violencia gana terreno en nuestro país siempre antes de las elecciones, por la disputa a cualquier precio por el poder”, escribieron los líderes del partido en un comunicado oficial.
El asesinato de Magalhaes no es un caso aislado en Pará, el segundo estado más extenso de Brasil (después de Amazonas), ya que junto a Sao Paulo, Río de Janeiro y Paraíba, son los estados que registran más casos de violencia en la previa de las elecciones municipales, con cuatro ataques cada uno. De hecho, en Río de Janeiro los episodios sangrientos vienen en crecimiento, ya que los últimos dos registrados en el país pertenecen a este estado. Dos días antes del asesinato de Tenorio, en Paraty, el candidato a la reeleción como concejal, Jair Barbosa Tavares, conocido como Zico Bacana, del partido Podemos, fue baleado en la cabeza durante un acto de campaña en la zona norte de la capital carioca. A diferencia de Tenorio, Zico “está bien y no corre peligro de muerte”, según informaron sus asesores de prensa.
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A finales de septiembre, el caso que más conmocionó a Brasil en cuanto a la violencia de cara a las elecciones ocurrió en Patrocinio, un municipio en el interior del estado de Minas Gerais, y su enorme impacto se debe a que, de alguna forma, fue transmitido “en vivo”. Mientras grababa un video (live) en sus redes sociales criticando la gestión del gobierno actual, Cassio Remis, exconcejal y expresidente de la Cámara Municipal, quien buscaba ser elegido nuevamente como concejal, por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), fue interrumpido por Jorge Marra, secretario de Obras Públicas y hermano del actual alcalde de la ciudad, Deiró Marra, del partido Demócratas (DEM).
Tras un forcejeo, que pudo verse en el perfil de Remis, Jorge Marra le quitó el celular al candidato y este, desesperado, lo siguió durante algunas cuadras, hasta la secretaría de Obras Públicas, con el objetivo de recuperarlo. Sin embargo, tras una discusión, Marra sacó un arma y asesinó a Cassio Remis de un tiro en la cabeza. La escena fue grabada por las cámaras de seguridad, pero horas después se limitó la circulación de las crudas imágenes.
Conociendo las consecuencias del acto, Jorge Marra estuvo prófugo durante tres días, hasta que fue capturado y denunciado por homicidio calificado por el Ministerio Público de Minas Gerais. Actualmente, el exsecretario de Obras Públicas y hermano del alcalde se encuentra en prisión preventiva, mientras aguarda su juicio.
Otra de las ciudades que sufre la violencia del proceso previo a las elecciones es Nova Iguaçú, en Río de Janeiro, donde en 10 días fueron asesinados dos candidatos a concejal. El 1° de octubre, Mauro Miranda Rocha, de 41 años y representante del Partido Laborista Cristiano (PTC), fue asesinado a balazos en el barrio Rancho Fundo.
Poco más de una semana después, Domingos Barbosa Cabral, de 57 años y perteneciente al DEM, murió tras recibir varios disparos mientras estaba en un bar del barrio Cabuçu, después de un ataque por parte de un grupo de hombres que usaba pasamontañas.
En ambos casos, los candidatos respondían a procesos en la justicia ordinaria; Miranda estuvo preso por porte ilegal de armas y Cabral aún enfrentaba un juicio por extorsión, sin veredicto definido.
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Sin embargo, a pesar de ser mayoría, los asesinatos con armas de fuego no son la única modalidad de este tipo de violencia. El 25 de octubre, en Caucaia, una ciudad ubicada en el Gran Fortaleza (capital del estado de Ceará, nordeste brasileño), Evangelista de Souza Jerónimo, de 51 años y candidato a concejal por el Partido Socialista Brasileño (PSB), fue encontrado muerto en su automóvil con varias puñaladas en su cuerpo. Cinco días después, el Ministerio de Justicia y Seguridad autorizó el envío de agentes del Ejército Nacional para reforzar la seguridad de los candidatos en esa zona.
Además de los citados, también fueron asesinados los candidatos Joao Carraro, en Flores da Cunha, estado de Río Grande do Sul; Denis Viana (Embú das Artes, Sao Paulo), Leide Rodrigues (Ninheira, Minas Gerais), Odair Lima (Amelia Rodrigues, Bahía), José Julio (Camocim de Sao Felix, Pernambuco), Joel Henrique Macedo (Salvaterra, Maranhao), Valdinei Brito (Nova Canaá, Mato Grosso), Bernardo Milbradt (Cruz Machado, Paraná), Aderván Rocha (Fleixeiras, Alagoas) y Valter Rafael Silva (Sao José da Coroa Grande, Pernambuco).
El autor del informe, Paulo Nunes, del Centro de Estudios de Seguridad y Ciudadanía, asegura que 2020 está siendo “particularmente más violento que otros años de elecciones”. Según el mismo reporte del experto, desde el último enero fueron registradas 80 muertes de políticos en Brasil, entre candidatos, precandidatos, activos en el cargo e inactivos en sus funciones. De cualquier forma, según Nunes, es difícil asegurar que todos los asesinatos tuvieron motivaciones políticas, ya que en el país no llega al 10% la cantidad de muertes violentas que tienen resolución de autor y razones.
“Las investigaciones pueden durar tres o cuatro años y muchas veces terminan en nada”, dice Nunes, quien además cita el emblemático asesinato en Río de Janeiro de la concejal Marielle Franco, en 2018. “Cuando los políticos son asesinados, en general, los autores materiales e intelectuales suelen ser premiados con impunidad”, agrega.
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