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Bosnios conmemoran el aniversario de la destrucción del Puente de Mostar

Residentes y visitantes conmemoran los 25 años de la destrucción del Puente Viejo en Mostar durante la guerra de Bosnia.

Talha Öztürk  | 10.11.2018 - Actualızacıón : 11.11.2018
Bosnios conmemoran el aniversario de la destrucción del Puente de Mostar MOSTAR, BOSNIA Y HERZEGOVINA - NOVIEMBRE 9, 2018: Imágenes del 25º aniversario de la destrucción del Puente Viejo de Mostar, que fue destruido durante la guerra de Bosnia en 1993. Con ayuda de la UNESCO la estructura fue reconstruida y se declaró patrimonio de la humanidad. Las personas se reúnen para arrojar flores y lanzarse al río Neretva, como es tradición. Mostar, Bosnia y Herzegovina. (Zeljko Milicevic - Agencia Anadolu)

BELGRADO, Serbia

A pesar de la división política, los problemas económicos o la corrupción en Bosnia y Herzegovina, cada año, a principios de noviembre, la conmemoración de la destrucción del Puente Viejo de Mostar revive los recuerdos más desgarradores del pueblo.

El Puente de Mostar, o el Puente Viejo, es la joya tanto de los Balcanes como de Bosnia y Herzegovina: arraigada en los corazones de sus lugareños y visitantes con su impresionante aspecto histórico y el río Neretva que se encuentra debajo.

Hace 25 años, el 9 de noviembre, a las 10:16 a.m., el Puente Viejo fue atacado por las fuerzas croatas.

Desde su reconstrucción en 2004, todos los años Bosnia y Herzegovina celebra el aniversario de su destrucción.

Además de ser una atracción turística, el puente refleja la historia de la región.

De hecho, la ciudad de Mostar es reconocida por este icónico puente que conecta el oriente y el occidente de la ciudad, construido a lo largo del río Neretva.

El Puente Viejo fue construido entre 1557 y 1566 por petición de los ciudadanos de Mostar al Sultán Solimán el Magnífico del Imperio Otomano.

Sin embargo, el 9 de noviembre de 1993, el Puente Viejo fue enterrado bajo el río Neretva cuando ya no pudo resistir el bombardeo de los croatas.

El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia condenó al ex líder croata de Bosnia, Jadranko Prlic, y a cinco acusados más ​​a penas de entre 10 a 25 años de cárcel por cargos de “limpieza étnica” contra los musulmanes de Bosnia y la destrucción del Puente Viejo de Mostar de la época otomana, durante la desintegración de Yugoslavia en la década de 1990.

Mientras se reconstruyó el puente en 2004, que se esperaba que reuniera el oriente y el occidente de la ciudad, la gente seguía luchando para poder vivir en convivencia en la pequeña ciudad bosnia. De hecho, hoy se la conoce como la “ciudad más dividida” en Bosnia.

El oriente del río está habitado por musulmanes, mientras que en el occidente viven católicos. Este hecho por sí mismo le da al puente un papel simbólico.

El periodista bosnio Alija Behram, testigo de la caída del puente hace 25 años y el primer periodista que contó la historia a los medios de comunicación, dijo que aún siente dolor en lo más profundo de su corazón.

Behram expresó que la historia está enterrada en las aguas de Neretva y ese día está grabado en sus recuerdos: “Fue un momento que nunca olvidaré”.

“En el mismo lugar en el que presencié la destrucción, vi a un destacado político de su época, que coincidencialmente llevaba un teléfono satelital. Me puse en contacto con la radio y fui el primero en anunciar la noticia. Fue el día más difícil de mi carrera profesional”, relató Behram.

Behram dijo que estaba indignado por la destrucción del puente como residente de Mostar.

“El Puente de Mostar no es un puente común para nosotros. Teníamos una conexión emocional con él. Nos reuníamos con nuestro ser querido en el puente y gritábamos nuestro amor allí mismo. Saltábamos a las frescas aguas de Neretva. El puente de Mostar era el corazón de la ciudad en aquel entonces, como lo es hoy en día”, agregó el periodista.

“La firma de la ciudad”

El residente croata de Mostar, Mirko Bozic, hizo énfasis en que el Puente de Mostar es la firma de la ciudad.

“Tenía 9 años cuando el puente fue destruido. Estábamos en un campo de refugiados con mi familia en Hungría. Estaba muy molesto cuando me enteré de la destrucción”, recordó Bozic.

El residente croata describió la reconstrucción del puente como la “renovación del alma”.

“La destrucción del puente no fue algo sencillo para mí. Ese día, también fueron destruidos los recuerdos de mi infancia. Nosotros no jugábamos en los jardines como otros niños. Nosotros nos reuníamos alrededor del puente, y jugábamos en él. Fue mi propio legado emocional el que fue destruido”, manifestó Bozic.

Los ciudadanos de Mostar esperan que, algún día, la división entre estos dos pueblos llegue a su final.

*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.

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