Bolsonaro designa a Nelson Teich como nuevo ministro de Salud de Brasil
Este nombramiento fue anunciado después de que el presidente brasileño despidiera al anterior ministro, Luiz Henrique Mandetta, en plena crisis por el coronavirus.

SAO PAULO, Brasil
Por: Federico Cornali
El ministro de Salud brasileño, Luiz Henrique Mandetta, fue despedido después de una reunión que sostuvo con el presidente Jair Bolsonaro en el Palacio de Planalto, sede del poder ejecutivo del Gobierno Federal, en Brasilia.
“Acabo de escuchar del presidente Jair Bolsonaro el aviso de mi despido del Ministerio de Salud. Quiero agradecer la oportunidad que me dieron, de ser gerente del SUS (Sistema Único de Salud, sistema público de la salud)”, escribió Mandetta en su cuenta de Twitter apenas salió del encuentro.
“Le agradezco a todo el equipo que me acompañó y le deseo muchos éxitos al nuevo ministro de Salud. Le ruego a Dios y a Nuestra Señora de Aparecida que bendigan a nuestro país”, agregó.
Horas antes, Bolsonaro se había reunido con el oncólogo Nelson Teich, quien aceptó el ofrecimiento del primer mandatario brasileño para hacerse cargo del ministerio de Salud.
La designación de Teich cuenta con el respaldo del secretario de Comunicación, Fabio Wajngarten, el equipo económico de Bolsonaro y buena parte de la cúpula militar.
Además, jugó a favor del nuevo ministro de Salud su experiencia empresarial y administrativa, ya que Bolsonaro pretende que Teich aporte un equilibrio entre evitar muertes por el coronavirus y minimizar el impacto económico de las medidas de restricción.
Mientras Mandetta se despedía con un semblante que mezclaba emoción, cansancio y alivio, Bolsonaro se presentó en conferencia de prensa junto a Teich.
“Fue un divorcio consensuado”, dijo Bolsonaro sobre la salida de Mandetta, hablando en tono sereno, pausado, en discordancia con sus últimas apariciones.
Además, en un breve discurso, volvió a criticar las medidas de aislamiento social tomadas por el ministerio de Salud hasta ahora, dentro de la gestión Mandetta.
Por su parte, Teich dijo que no será tomada “ninguna medida brusca” y prometió aumentar la cantidad y calidad de los tests para controlar la pandemia.
En sus primeras palabras como ministro de Salud, el oncólogo se mostró en consonancia con el discurso del presidente al explicar en la conferencia de prensa que salud y economía “no son antagónicas”.
Las reacciones no se hicieron esperar apenas se oficializó el despido de Mandetta, debido a que un 76% de los brasileños era contrario a esa posible salida, según una encuesta de Atlas Político.
En varias ciudades de Brasil se escucharon los “cacerolazos” en repudio a la decisión y a la gestión de Bolsonaro.
La salida de Mandetta en medio de la crisis por el coronavirus se venía barajando desde hace más de una semana, debido al desgaste por las discusiones entre el ministro, que recomendaba el aislamiento para reducir la velocidad de los contagios, y el presidente Bolsonaro, quien pretende acelerar el regreso a las actividades para “movilizar la economía”, aplicando un “aislamiento vertical”.
“Es cuestión de tiempo, entre hoy y mañana se hará el cambio en el ministerio de Salud”, había dicho Mandetta en una entrevista a la revista Veja publicada el jueves por la mañana.
El último miércoles, tras la conferencia de prensa diaria en la cual solía informar los detalles del combate al coronavirus, el ahora exministro de Salud se había acercado a sus colaboradores con un tono de despedida debido a su desentendimiento irreparable con el Palacio de Planalto.
En esa última conferencia de prensa en el cargo, Mandetta había defendido “continuar en el camino de la ciencia” frente al COVID-19, en lo que fue una crítica indirecta a las presiones que recibe por parte de Bolsonaro, que defiende el uso de la cloroquina, un medicamento sin eficacia comprobada y sin garantías de seguridad.
Cansado de los “choques” con Mandetta, Bolsonaro aceleró la búsqueda de un sustituto después de una entrevista que el exministro de Salud concedió al programa Fantástico, de la Red Globo, el último domingo.
En la grabación, Mandetta disparó una serie de críticas indirectas contra el presidente. “La gente no sabe si seguir las recomendaciones del ministro de Salud o las del presidente” dijo, entre otras cosas.
A sus allegados, el exministro les confesó que se había arrepentido de esa aparición en la televisión debido a que, con sus palabras, volvió a poner en riesgo su cargo.
“Cruzó una línea muy delicada, no precisaba decir ciertas cosas que dijo”, afirmó el vicepresidente brasileño, Hamilton Moura, sobre la entrevista televisiva.
Desde el inicio de la pandemia, el presidente se quejó de la actitud de Mandetta por no defender la posición del gobierno y participar de una entrevista junto a Joao Doria, gobernador del estado de Sao Paulo y adversario político de Bolsonaro.
Poco después, Bolsonaro dijo que a Mandetta le faltaba “humildad” y, ante sus seguidores, aseguró que no le temblaría la mano para despedirlo de su equipo. “Se cree una estrella, pero el bolígrafo lo tengo yo”, dijo el presidente, amenazante.
El último fin de semana, Bolsonaro y Mandetta visitaron un hospital de emergencia en Aguas Lindas de Goias, Goiania. Durante esa visita, el presidente ignoró las recomendaciones de evitar aglomeraciones y fue a saludar a sus seguidores.
“Yo puedo recomendar, pero no puedo vivir la vida de otras personas. Las personas que hacen algo así hoy, se lamentarán por sus hechos mañana”, dijo el exministro de Salud, en clara alusión a la actitud del presidente.
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