Bielorrusia afirma que está 'preparada' para un diálogo con la UE sobre migraciones en frontera con Polonia

El ministro de Relaciones Exteriores de Bielorrusia, Vladimir Makei, afirmó este miércoles que está preparado para tener un diálogo con la Unión Europea sobre los recientes movimientos migratorios que se han presentado en la frontera de su país con Polonia.

Makei aseveró en una conferencia de prensa tras una reunión con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, que Bielorrusia ha recibido “ciertas señales” de Bruselas y otras capitales europeas sobre posibles contactos con la condición de confidencialidad.
 
“Siempre hemos dicho que estamos listos para el diálogo, y estamos listos para resolver cualquier cuestión, incluso las más delicadas, a través del diálogo. El problema no es de nuestra parte. Si no están listos para dar ese paso, entonces estoy convencido de que tarde o temprano la situación en sí misma obligará a todas las partes a avanzar hacia eso y entender que es necesario encontrar soluciones a la situación que se ha desarrollado ahora alrededor de Bielorrusia”, manifestó Makei.
 
Como respuesta a la pregunta sobre si Minsk quiere que Rusia sirva como mediador, Makei indicó que “el liderazgo bielorruso no recibe nunca la idea de la mediación”. “Creemos que siempre debemos encontrar la fuerza para hablar, incluso en situaciones difíciles", sostuvo.
 
Con respecto a la iniciativa del canciller federal de Austria, Alexander Schallenberg, para celebrar una conferencia internacional “sobre la cuestión bielorrusa” en Viena, el funcionario de Bielorrusia dijo que Minsk no enviará a ningún funcionario al evento.
 
“La conferencia, como la concibieron los organizadores, está diseñada por iniciativa de los líderes austriacos, y es absolutamente infructuosa y sin sentido. Además, la consideramos como un paso absolutamente hostil hacia Bielorrusia. Ninguno de los funcionarios de Bielorrusia participará en ella. Que celebren este evento como espectáculo, al discutir, por enésima vez, las perspectivas de cambiar el Gobierno en Bielorrusia, sin tener la más mínima fuerza o habilidad, con conocidos fugitivos opositores al Gobierno”, aseveró.
 
Por su parte, Lavrov dijo que Schallenberg tiene las mejores intenciones, pero que esta no es la forma correcta de iniciar un diálogo debido a que la actitud hacia Bielorrusia es “demasiado arrogante”.
 
"En esta iniciativa, ha surgido un sentido de superioridad, que se ha extendido a todos los miembros de la comunidad occidental, ya sea la Unión Europea, la OTAN o algunos otros bloques subregionales. La Unión Europea debe respetar la opinión de todos los miembros de la comunidad mundial, como lo requiere la Carta de la ONU, y no interferir en los asuntos internos de nadie", afirmó Lavrov.
 
Más temprano, la canciller de Alemania, Ángela Merkel, y el presidente ruso, Vladimir Putin, mantuvieron una conversación telefónica sobre la situación migratoria en Bielorrusia.
 
El portavoz de Merkel, Steffen Seibert, dijo en Twitter que la canciller pidió a Putin que use su influencia en Bielorrusia para detener el uso de migrantes como “herramienta política” para ejercer presión sobre la UE.
 
"Ella subrayó que la instrumentalización de los migrantes por parte del régimen bielorruso es inhumana e inaceptable", agregó el portavoz.

El comunicado del Kremlin sobre la conversación entre los líderes indicó que Putin le dijo a Merkel que la UE debería abordar la problemática migratoria directamente con Bielorrusia.
 
El comunicado agregó que ambos líderes discutieron la situación de los refugiados en las fronteras de Bielorrusia con los países de la UE y expresaron su preocupación por las consecuencias humanitarias.
 
Indicó además que Putin propuso conversaciones directas entre los representantes de los Estados miembros de la UE y Bielorrusia para abordar los problemas.
 
Los líderes acordaron continuar la conversación sobre este tema. Alemania acusa al presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, de participar en una forma de guerra "híbrida" y de usar a los migrantes como arma para desestabilizar a los países europeos.

Las tensiones entre Varsovia y Minks se intensificaron este lunes, luego de que casi 4.000 migrantes en territorio bielorruso, en su mayoría de países de Oriente Medio, se dirigieran a la frontera con Polonia e intentaran atravesar unas vallas de alambre de púas.
 
El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, acusó anteriormente a Putin de diseñar la crisis migratoria.
 
*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.
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