El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprobó este viernes la imposición de sanciones por parte de los departamentos de Estado y del Tesoro a todos los actores involucrados en el conflicto en curso en la región de Tigray en Etiopía.

Biden aseguró que está "decidido" a detener los combates que han desplazado a más de dos millones de personas y que han dejado a un millón en la hambruna. Prometió, a su turno, "presionar para lograr una resolución pacífica del conflicto".

El mandatario pidió a las partes en el conflicto que detengan las hostilidades e instó a Eritrea a retirar sus fuerzas de inmediato de la región. "El conflicto en curso en el norte de Etiopía es una tragedia que causa un inmenso sufrimiento humano y amenaza la unidad del Estado etíope", detalló en un comunicado.

"Es posible un camino diferente, pero los líderes deben tomar la decisión de seguirlo", aseveró Biden.

La administración de Biden busca que las partes involucradas en el conflicto acepten los esfuerzos de mediación liderados por la Unión Africana (UA), designen un equipo de negociadores, y acepten dialogar sin condiciones previas. 

Respecto al frente humanitario, Estados Unidos quiere que los convoyes de ayuda reciban autorizaciones para acceder a las poblaciones en riesgo y reducir las demoras en los trámites. 

El Gobierno etíope y el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF), que gobernó Etiopía durante 27 años hasta 2018, están enfrentados desde noviembre de 2020. Eritrea se ha puesto de parte de la actual administración y ha intervenido en las hostilidades. 

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Menos del 10% de los suministros humanitarios necesarios han llegado a Tigray en el último mes debido al conflicto.

*Traducido por Daniel Gallego.