Banco Mundial: impacto de migración venezolana a Colombia es un “reto para el país”

El Banco Mundial presentó este viernes un informe detallado sobre los impactos de la migración venezolana a Colombia y en el que presenta una serie de recomendaciones (de inmediato, corto y mediano plazo) al gobierno colombiano para atender la crisis migratoria.

El documento señala que aproximadamente 1.235.593 personas con intención de permanecia han ingresado a Colombia desde Venezuela, incluyendo colombianos retornados y migrantes regulares e irregulares, además de un número importante de migrantes pendulares y en tránsito hacia otros países.

“Esta migración sin precedentes está teniendo impactos significativos en las áreas receptoras, particularmente pronunciados por las difíciles condiciones socioeconómicas de los migrantes”, dice un aparte del estudio.

También añade que se estima que a septiembre de 2018 habrían retornado más de 300 mil colombianos desde Venezuela, unos 468.428 venezolanos estarían con un estatus migratorio regular en el país, mientras que 361.399 estarían en proceso de regularizar su estadía. 

Adicionalmente, 105.766 venezolanos con intención de permanencia en el país andino tendrían un estatus de irregularidad, principalmente por haber ingresado a través de un punto fronterizo no regulado o por vencimiento de su tiempo de estadía en el país.

Según el análisis del BM, solicitado por el Ejecutivo colombiano, el impacto fiscal de la migración en Colombia en el corto plazo podría constituir un reto para el país. “Se estima que en el 2018 se requerirían entre 0,26% y 0,41% del PIB para proveer acceso a servicios a la población retornada y migrante elegible a un nivel similar al suministrado a la población local”.

Detalla que “sería necesario hacer inversiones en infraestructura a mediano plazo, para ampliar la red de servicios en áreas receptoras (de migrantes), particularmente en educación, salud y agua y saneamiento”. 

En los últimos cinco años, la migración desde Venezuela a Colombia se ha concentrado principalmente en los fronterizos departamentos de Norte de Santander, Arauca y La Guajira, así como en Bogotá y la Costa Atlántica. “Cerca del 80% de los migrantes se concentran en siete departamentos y Bogotá es la ciudad con mayor número de migrantes (estimado entre 88 mil y 112 mil), que representa el 9,8% del total de personas provenientes de Venezuela”, expone.

Sin embargo, subraya que las zonas fronterizas son las más afectadas por su alta incidencia relativa: “el número de migrantes (regulares e irregulares) como porcentaje de la población total del departamento (incidencia relativa) en las zonas fronterizas es el más alto del país. La mayor incidencia es en La Guajira, que habría recibido en 2017 entre 40 mil y 56 mil personas, lo que representa un 4,5% de la población total de este departamento”. Le siguen Norte de Santander (4,3%), Atlántico (3,1%), Sucre (2,6%), César (2,3%) y Magdalena (2,2%).

Hasta junio de 2018 la migración irregular estaba concentrada en Arauca, La Guajira y Norte de Santander. “En estos departamentos fronterizos, más del 5% de la población son migrantes irregulares. En términos relativos, Arauca es el departamento más afectado por este tipo de migración, donde los irregulares representan el 9,7% de la población total”. 

En segundo y tercer lugar están La Guajira (7,2%) y Norte de Santander (5,6%), respectivamente. En términos absolutos, estos departamentos han recibido a más de 100 mil familias provenientes de Venezuela: Arauca (16 mil), La Guajira (39 mil) y Norte de Santander (49 mil).

Otro impacto que observa el Banco Mundial es en materia económica e indica que la tasa de inmigración desde Venezuela “podría estar afectando esfuerzos en reducción de pobreza en el corto plazo, con dicha tendencia moderándose progresivamente a medida que los migrantes se integran en la fuerza laboral”.

Entre las recomendaciones para el Ejecutivo colombiano, divididas en tres pilares, están “con urgencia”, revisar su marco de política e institucional, “permitiéndole dar respuesta más efectiva a la migración actual y delimitando los mecanismos de respuesta en caso de una amplificación de los flujos migratorios”.

También fortalecer los sistemas de resiliencia en áreas receptoras de población migrante y mitigar los impactos en la población local y mitigar las vulnerabilidades específicas de migrantes y colombianos retornados.