El primer ministro australiano, Scott Morrison, se negó este martes 10 de agosto a comprometerse con el objetivo de la ONU de cero emisiones netas de carbono para 2050.

En declaraciones a los periodistas, Morrison dijo: "No firmaré un cheque en blanco en nombre de los australianos para objetivos sin planes. Los australianos merecen conocer las implicaciones y los costos y cuáles son los planes”.

El lunes, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU advirtió que durante los próximos 20 años, se espera que la temperatura global supere 1.5 grados centígrados.

Un informe de los expertos del IPCC proyectó que en las próximas décadas los cambios climáticos aumentarán en todas las regiones, habrá olas de calor cada vez mayores, estaciones cálidas más largas y estaciones frías más cortas.

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"A 2°C de calentamiento global, los extremos de calor alcanzarían con mayor frecuencia umbrales de tolerancia críticos para la agricultura y la salud", agregó el informe.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que el informe era nada menos que "un código rojo para la humanidad. Las alarmas son ensordecedoras y la evidencia es irrefutable".

Guterres agregó que antes de la conferencia climática de Glasgow en noviembre, todas las naciones, especialmente las economías avanzadas del G20, debían unirse a la coalición de emisiones netas cero y reforzar sus promesas de desacelerar y revertir el calentamiento global "con creíbles, concretas y mejoradas contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC)" que establezcan los pasos detallados.

Pese a la advertencia de la organización internacional, el primer ministro australiano dijo que establecerá un plan claro que sus ciudadanos merecen conocer.

*Escrito por Islamuddin Sajid.

*Maria Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota.