Unos 25.000 civiles fueron desplazados en el noroeste de Siria la semana pasada después de los ataques del régimen de Bashar al-Assad y Rusia en la zona de desescalada de Idlib, según informo el Grupo de Coordinación de Respuesta de Siria el sábado.

Mohammad Halaj, director de la organización, dijo a la Agencia Anadolu que miles de civiles fueron desplazados en la primera semana de diciembre debido a los ataques de las fuerzas del régimen de Bashar al-Assad y grupos terroristas respaldados por Irán y Rusia.

Halaj subrayó que la crisis humanitaria en Idlib estaba empeorando y agregó: “Alrededor de 425.000 civiles viven en los distritos y áreas rurales de Maarat al-Nouman, Saraqib y Ariha. Si los ataques atacan estos lugares con la misma violencia, el número de desplazados aumentará”.

Agregó que las fuerzas del régimen de Assad y Rusia apuntan a hospitales, escuelas, mezquitas, centros de defensa civil y casas para evitar que los refugiados puedan regresar a su territorio.

La mayoría de las personas desplazadas se están refugiando en lugares vecinos de Reyhanli, la provincia de Hatay, en la frontera sur de Turquía, y en áreas liberadas de terroristas durante las ofensivas militar de Turquía, la Operación Escudo del Éufrates y la Operación Rama de Olivo.

Turquía y Rusia acordaron en septiembre de 2018 convertir Idlib en una zona de desescalamiento donde los actos de agresión están expresamente prohibidos. Sin embargo, las constantes violaciones cometidas por el régimen sirio y sus aliados mataron a más de 1.300 civiles desde la fecha del acuerdo.

La zona actualmente alberga a unos cuatro millones de civiles, incluidos cientos de miles desplazados en los últimos años por las fuerzas del régimen de todo el país.

Siria continúa encerrada en una guerra civil despiadada desde principios de 2011, cuando el régimen tomó medidas enérgicas contra las protestas en favor de la democracia con una ferocidad inesperada. Desde entonces, cientos de miles de personas han sido asesinadas y más de 10 millones más desplazadas, según funcionarios de la ONU.

*Traducido por José Ricardo Báez G.