Por: Alyssa McMurtry

Personas en toda España piden que se intensifiquen los esfuerzos para abordar el racismo en el país después del brutal asesinato de un inmigrante marroquí en la región de Murcia.

Younes Bilal, de 37 años, recibió un disparo a quemarropa por un exoficial militar mientras pasaba tiempo con sus amigos en un café en la ciudad de Mazarrón el pasado domingo, según informes de los medios locales.

Testigos informaron que el presunto asesino discutió primero con una mesera en el café por pasar demasiado tiempo hablando con Bilal, usando un lenguaje abusivo contra los musulmanes en voz alta.

Bilal se levantó de su asiento para enfrentarse al hombre y le pidió que respetara a la camarera y a los musulmanes.

Después de eso, el exoficial militar supuestamente se fue a su casa, se cambió de ropa, tomó una pistola y regresó al café.

“Sin decir nada, se paró frente a Bilal, le apuntó con su arma después de disparar un tiro al aire y le dijo: 'Veamos si tienes el coraje de ponerte de pie ahora'”, dijeron miembros de la familia al diario español El País. "Younes se puso de pie y el hombre le disparó tres veces en el pecho".

Su esposa e hijo estaban cerca. Fueron llamados y vieron su cuerpo en el suelo.

El presunto asesino huyó de la escena, pero luego fue arrestado y permanece bajo custodia.

Al día siguiente, la esposa dela víctima, Andrea, encabezó una protesta pidiendo justicia y condenando el ataque racista. Cientos de vecinos salieron a mostrar su apoyo y se están planeando más protestas en toda España esta semana.

También ha habido una gran cantidad de apoyo e indignación en las redes sociales bajo los hashtags #TodosSomosYounes, #MoroccanLivesMatter y #JusticeForYounes.

Muchos sugieren que esta es solo una manifestación del creciente sentimiento antimusulmán en el país, que ha aumentado en la región de Murcia.

En febrero, unos vándalos intentaron incendiar una mezquita en la localidad murciana de San Javier y pintaron con aerosol "Muerte al Islam" en sus ventanas.

"La situación aquí ha empeorado a medida que más trabajadores migrantes llegaron a la región para trabajar en granjas, viviendo en condiciones muy precarias", le explicó Juan Guirado, portavoz del grupo local antirracismo Convivir Sin Racismo, al diario español El Diario.

"Este asesinato es la punta del iceberg del racismo estructural. Cada acción racista que no tiene consecuencias, cada intento de evitar reconocer el problema crea las condiciones para una nueva escena fatal", tuiteó Antumi Toasije, presidente del Consejo para la Eliminación de la discriminación racial o étnica.

Mientras tanto, la comunidad musulmana local de Mazarrón se reunirá para las oraciones especiales en l noche de este viernes, antes de que su cuerpo sea repatriado a su ciudad natal, Beni Mellal.

“Estamos todos desconsolados, pero tenemos que mantener la calma. Llevamos muchos años viviendo juntos y también somos españoles”, dijo a El Diario Noureddine Ebakkal, presidente de la comunidad musulmana local.

*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.