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Así planea Chile iniciar pruebas y luego empezar a producir su propia vacuna contra la COVID-19

Inicialmente el país sudamericano hará las pruebas, provenientes de una farmacéutica china, pero luego se plantea producir y envasar el fármaco que dé mejores resultados.

Andrea Aguilar Córdoba  | 29.07.2020 - Actualızacıón : 02.08.2020
Así planea Chile iniciar pruebas y luego empezar a producir su propia vacuna contra la COVID-19 Imágenes del Atacama Desert Vaccine Laboratory, un proyecto que pretende diseñar una planta para manufacturar vacunas en Chile desde el 2017, mediante un acuerdo entre la Universidad de Antofagasta y la Pontificia Universidad Católica. (Crédito obligatorio: Universidad de Antofagasta)

CHILE

Por: Andrea Aguilar Córdoba

En medio de la carrera para encontrar la vacuna contra el coronavirus, Chile iniciará en la primera semana de agosto las pruebas en 3.000 voluntarios de vacunas que ya están en la fase 3 y que han dado buenos resultados a nivel mundial

“En este momento, tenemos en carpeta posibilidades que están muy avanzadas, porque están en la fase 3 de la etapa de estudio. La fase 3 significa que ya se pueden hacer pruebas en seres humanos”, confirmó el ministro de Salud de Chile, Enrique Paris.

Los voluntarios para participar en las primeras pruebas deberán ser adultos sanos, mayores de 18 años, en la primera etapa; y adultos mayores con factores de riesgo, en la segunda etapa.

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“El objetivo es evaluar seguridad y eficacia y la invitación a la población es a participar en este estudio comprendiendo cuáles son los potenciales riesgos, con un proceso de consentimiento aprobado por comité de ética”, señaló a la Agencia Anadolu el doctor Miguel O'Ryan, miembro del comité asesor sobre la COVID-19, quien aclaró que es extremadamente raro que se presenten reacciones adversas serias en esta fase de ensayo clínico.

Entre las vacunas que se están evaluando para estas pruebas se encuentran Sinovac Biotecy CanSino Biologics (China), Moderna (Estados Unidos), AstraZeneca e Imperial College (Inglaterra), BioNTech (Alemania), y Jansenn y Bharat Biotech (India).

Sin embargo, la única vacuna con la que ya hay un convenio es con la Sinovac Biotec, según confirmó O'Ryan a la Agencia Anadolu “Es una vacuna que tiene estudios de fase 1 y 2 completados de tal manera que entrará en fase 3, que es lo que nos interesa a nosotros, y probablemente termine siendo el primer candidato que inicie estudios en Chile, pero esperamos que otras lo hagan rápidamente”, señaló.

El convenio que se ha hecho entre la Pontificia Universidad Católica, a través del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII) y la farmacéutica china, garantizará que, si se consigue la vacuna, Chile podrá tener acceso al fármaco en momentos en los que Chile supera los 350 mil casos de contagiados con COVID-19, mientras los muertos ascienden a más de 9 mil.

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“En Chile existe la capacidad de hacer investigaciones robustas, regulaciones adecuadas, además de una institucionalidad que permite la evaluación técnica de forma expedita, y hay suficientes infectados para demostrar la eficacia de la vacuna”, explica el doctor O'Ryan sobre las razones que llevaron a que los científicos chinos quisieran realizar pruebas en Chile, el segundo país de América Latina que se une a sus ensayos, después de Brasil.

Por su parte, el ministro de Ciencias de Chile, Andrés Couve, detalló que el acuerdo implica un suministro preferente de vacunas y garantizará 10 millones de dosis en el primer año, que podrían llegar hasta 60 millones de dosis en el curso de tres años.

Una planta chilena para fabricar vacunas

En el 2017 se firmó un acuerdo entre la Universidad de Antofagasta (norte) y la Pontificia Universidad Católica (centro) para crear el Atacama Desert Vaccine Laboratory, que buscaba el diseño de una planta para manufacturar vacunas. Un proyecto que tenía como objetivo que Chile volviera a producir sus propias vacunas, algo que dejó de hacer desde el 2002, pero que terminó abriendo la posibilidad de tener un acceso privilegiado a los fármacos para combatir la COVID-19.

“Era un tiempo en el que no teníamos la problemática de una pandemia, pero a partir de lo que sucedió fuimos invitados a participar por ser el único proyecto a nivel nacional que están enfocado en un estudio de factibilidad para una planta de manufactura de vacunas en Chile”, señaló a la Agencia Anadolu el doctor Cristian Muñoz, director del Laboratorio de Virología Molecular de Antofagasta.

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Muñoz aseguró que esta iniciativa daría a Chile la posibilidad de adquirir y manufacturar la vacuna que sea exitosa y eso trae una ventaja comparativa sobre el resto de países de Sudamérica, a excepción de Brasil y Argentina, que ya cuentan con plantas de producción de vacunas.

“Es una planta que tendría una capacidad de dos líneas de producción, tanto jeringas como viales, para un total de 12 millones de dosis, escalable a 16 millones de dosis. Lo primero es garantizar el abastecimiento de la población chilena y luego de eso podríamos contribuir al resto del continente”, explicó el director del proyecto.

Aunque el plazo en el que pueda aplicarse de forma masiva la vacuna que resulte de las pruebas depende de los resultados que arrojen los estudios, la esperanza de los científicos chilenos es que pueda estar lista para el primer semestre del 2021.

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