Así es el centro de recepción para colombianos y venezolanos en Maicao, Guajira
Alrededor de 1,458 personas que se encontraban en situación de calle han recibido alojamiento, alimentación, valoración médica y primeros auxilios, entre otros servicios.

Colombia
En el municipio de Maicao, en el departamento colombiano de La Guajira, en medio del sol inclemente y las altas temperaturas se encuentra el Centro de Atención al Migrante (CAI), lugar que acoge a venezolanos y colombianos que en su mayoría vienen desde Venezuela y necesitan refugio y comida.
En el CAI, alrededor 1,458 personas que se encontraban en situación de calle (muchos de ellos menores de edad) han recibido alojamiento, alimentación, valoración médica y primeros auxilios. Se han facilitado contactos con familiares, apoyo psicosocial y orientación legal. Los beneficiarios también han tenido acceso al agua potable, que es muy escasa en la región.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) también brindan acompañamiento para el acceso a la nacionalidad, asesorías para solicitud de asilo en Colombia y otros servicios de registraduría.
El campamento fue montado por Acnur en un terreno cedido por la Alcaldía de Maicao. Es un lugar agreste, árido y difícil. Las 60 carpas de la primera fase que sirven de alojamiento están dispuestas sobre una superficie de arena con piedras que al menor soplo del viento se cuelan en los ojos, la nariz y la garganta.
Hay unos seis contenedores blancos convertidos en oficinas donde opera el NRC, oficiales de Acnur, Aldeas Infantiles, Programa Mundial de Alimentos, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Defensa Civil, Cruz Roja Internacional y Programa Mundial de Alimentos. Otras más no están en el centro pero también brindan ayuda.
También existe una zona de lavaderos, duchas, dos áreas comunes con sillas y un restaurante donde se reparten tres comidas diarias. Entre marzo y abril se repartieron 36.514 raciones de comida.
Hay un lugar para niños menores de nueve años, que hace las veces de jardín infantil y de “colegio” para los más grandes.
“Para los niños no es difícil adaptarse a este entorno. Ellos vienen cargados porque vivir en la calle durante, no sé, los últimos seis meses es muy difícil. Pero se incorporan bien y vuelven a ser niños. De todas maneras siempre estamos pendientes de sus actitudes, de sus dibujos, de lo que se plasma en ellos, de cómo se hace para detectar si hay maltrato, si hay abuso, si hay algo que les molesta”, dice un funcionario de la oficina de prensa del CAI.
Por regla, las personas que entran al CAI solo pueden permanecer 30 días, aunque el personal de Acnur afirma que en algunos casos se les pueden dar extensiones por la vulnerabilidad que presentan.
Todavía existen grandes retos para atender a los venezolanos y colombianos, pero hasta ahora el CAI ha contribuido a disminuir las precarias condiciones en las que estaban las personas que pasaban por una frontera tan compleja como la que existe en La Guajira. Desde enero de 2018 hasta julio de 2019, son cerca de 292,256 los venezolanos que han ingresado a Colombia a través de este departamento.