Desde este miércoles comienza a implementarse el Plan contra el Hambre y el Consejo Federal Argentina Contra el Hambre en Argentina, que el presidente Alberto Fernández oficializará en un acto en la Casa Rosada el próximo viernes.

La nueva administración buscará llevar adelante el plan para dar respuesta a los problemas de nutrición, garantizando el acceso a los alimentos básicos para los sectores más vulnerables y así comenzar a revertir la pobreza.

Para ello se emitirán las denominadas “tarjetas alimentarias”, de las que se beneficiarán alrededor de dos millones de personas, específicamente aquellas mujeres embarazadas (a partir del tercer mes) en situación de pobreza, madres de niños menores de 6 años y personas con discapacidad.

El plan comienza a implementarse en etapas: los primeros beneficiarios serán de las localidades más críticas, a quienes se quiere garantizar precios más económicos en los productos de la canasta básica de alimentos, priorizando que los niños pobres incorporen todos los nutrientes necesarios.

“Vamos a arrancar con las madres de chicos menores de 6 años y con la gente que organiza comedores, a los que se les dará una tarjeta que permitirá comprar sólo alimentos”, declaró el ministro de Desarrollo Social argentino, Daniel Arroyo.

Por su parte el presidente Fernández aseguró que el dinero que se destine a este plan para combatir la desnutrición “será una inyección de consumo” que ayudará a reactivar principalmente la actividad de las pequeñas y medianas empresas.

Con las “tarjetas alimentarias” no se podrá extraer dinero sino que se utilizarán para adquirir todo tipo de alimentos con la excepción de bebidas alcohólicas, con lo cual funcionará como un adicional para aquellas personas que ya asisten a comedores.

Originalmente, la idea del nuevo gobierno era lanzar el programa en febrero del año que viene, pero dada la crisis económica que atraviesa el país decidieron adelantar su implementación para antes de Navidad.

Las últimas cifras oficiales arrojaron números alarmantes de pobreza, sobre todo en el rango etario que va de 0 a 17 años en el que el número asciende a casi el 60%. Es decir, en Argentina 6 de cada 10 menores está en situación de pobreza.

Arroyo afirmó a la prensa que estiman que el plan cubrirá “todo el país para febrero”. El otorgamiento de las tarjetas se hará mediante el cruce de datos entre las distintas bases de organismos públicos, y no suplanta ni excluye otros programas sociales existentes.

Habrá dos categorías con respecto a los montos que recibirán los beneficiarios. Para las mujeres embarazadas o madres que tienen un solo hijo de hasta 6 años, el monto será de 4 mil pesos argentinos (alrededor de USD 63 al tipo de cambio oficial), para las madres de dos o más hijos, el monto será de 6 mil pesos.

El viernes participarán en el evento empresarios, sindicalistas, dirigentes políticos, sociales y religiosos. Se espera que el plan sea un estímulo al consumo de los sectores con menor poder adquisitivo, y que impulse el tan ansiado repunte de la actividad económica.
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