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Archivos exponen el papel de Francia en el genocidio de Ruanda

Los documentos revelan que el Ejército francés estacionado en Ruanda protegió a los perpetradores del genocidio de 1994 y los ayudó a escapar de la justicia.

Agencia Anadolu  | 29.01.2021 - Actualızacıón : 31.01.2021
Archivos exponen el papel de Francia en el genocidio de Ruanda (Hatice Vildan Topaloğlu - Archivo Agencia Anadolu)

Kigali

Nueva evidencia de archivo sugiere que la intervención militar francesa por parte del Gobierno del difunto presidente Francois Mitterand en Ruanda llegó a ofrecer protección a los perpetradores del genocidio de 1994.

En el genocidio murieron cerca de un millón de miembros del grupo étnico tutsi en un lapso de solo 100 días.

En declaraciones a los medios de comunicación la semana pasada, Francois Graner, director de investigación del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de la Universidad Paris Diderot, dijo que los funcionarios franceses habían ignorado las señales de advertencia del genocidio.

“Francia también brindó un intenso apoyo militar para mantener vivo el régimen [genocida]. El apoyo de armas continuó en secreto durante y después del genocidio”, dijo Graner, quien ha estado estudiando archivos oficiales relacionados con el papel de Francia en el genocidio, desde que el Consejo de Estado francés abrió los archivos en junio pasado.

“El problema es que Francia ya no puede seguir negando su papel. Puede que no reconozcan y digan que no fueron cómplices, pero la evidencia histórica muestra que [lo fue]”, dijo a la Agencia Anadolu Tom Ndahiro, un estudioso del genocidio en Ruanda.

En 2016, Ruanda implicó a 22 militares franceses por su papel directo en el genocidio.

Ver también: Macron no pedirá perdón por los crímenes de Francia en Argelia

Un informe de 2017 realizado por el bufete de abogados estadounidense Cunningham Levy Muse LLP, y encargado por Kigali, afirmó que había pruebas sólidas que vinculaban a Francia con el genocidio en Ruanda.

El informe documentó cómo los funcionarios franceses habían facilitado el flujo de armas a Ruanda en el período previo al genocidio.

Las tropas francesas estacionadas en Ruanda como parte de una operación de paz de la ONU en 1994, bajo la Operación Turquesa, incluso crearon una zona segura para ayudar a algunos de los perpetradores a escapar a la vecina República Democrática del Congo, según el informe.

Ndahiro dijo que más hechos provenientes de archivos oficiales franceses corroboran lo que ya era de conocimiento público.

"Ya sea que Francia reconozca o no los hechos que se revelan hoy y demuestren previamente que fue cómplice, lo que no tiene que ser declarado sino probado, ha sido probado por registros históricos", dijo el académico.

Relación tensa

El papel de Francia en el genocidio ha tensado las relaciones entre los dos países. Sin embargo, en tiempos recientes, el presidente francés Emmanuel Macron ha demostrado un enfoque conciliador después de que nombró un panel de expertos para investigar el papel de su país en el genocidio.

El arresto del supuesto financista del genocidio ruandés Felicien Kabuga en Francia también se considera un cambio en la política francesa, según los analistas.

Si bien la Presidencia francesa había dicho que los historiadores e investigadores que examinen el período 1990-1994 contribuirían a una mejor comprensión y conocimiento, aún no ha revisado ni reconocido oficialmente su papel en el genocidio.

Naphtal Ahishakiye, secretario ejecutivo de Ibuka [que en kiñaruanda significa Recuerde], un grupo que reúne a las asociaciones de sobrevivientes del genocidio en Ruanda, expresó su esperanza de que el panel francés de expertos designado por Macron desenterrará la verdad.

A lo largo de los años, los sobrevivientes han testificado sobre el papel de Francia en el genocidio y las últimas revelaciones deberían ayudar aún más al panel, dijo Ahishakiye a la Agencia Anadolu.

Francia era un aliado cercano del Gobierno liderado por el entonces presidente Juvenal Habyarimana, cuya muerte en un accidente aéreo desencadenó las masacres.

Ndahiro recordó que después de la muerte de Habyarimana, el presidente interino Theodore Sindikubwabo escribió a Mitterrand el 22 de mayo de 1994, agradeciendo a Francia su "apoyo moral, político y material".

“Esa carta de Sindikubwabo es más testimonio de la complicidad francesa”, dijo Ndahiro.

“Depende del Gobierno de Francia reconocerlo”, añadió el estudioso. “No se trata de que Ruanda acuse a Francia, sino que dé su propia versión de la historia. Cuando te involucras en un genocidio, le debes una disculpa a la humanidad, al mundo entero porque el crimen de genocidio es contra la humanidad".

Búsqueda de justicia

Ismael Buchanan, profesor titular de la Universidad de Ruanda, pidió a París que demuestre su cooperación en la búsqueda de la verdad y la justicia, pero sugirió que el tema no debería afectar sus relaciones diplomáticas bilaterales.

"Depende de ambos países trabajar para fortalecer su cooperación bilateral", afirmó Buchanan y agregó que si bien Ruanda puede mantener los canales abiertos, en otros asuntos es importante buscar justicia y rendición de cuentas.

Según Ndahiro, el hecho de que París otorgue acceso a los archivos históricos es un buen comienzo para demostrar que hay voluntad política y aseguró que algunas personas en Francia se oponían a que los archivos se hicieran públicos para permanecer en modo de negación.

“Si Francia hiciera una disculpa oficial o mostrara su preocupación de otra manera es algo que hay que esperar, pero lo más importante es el reconocimiento público”, dijo el académico.

*Maria Paula Triviño contribuyó con la redacción de esta nota.

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