Ante la creciente presión, el presidente de Irak podría renunciar pronto

El presidente de Irak, Barham Salih, aseguró este jueves que está listo para renunciar ante el parlamento en medio de las protestas que se han extendido durante meses en el país.

Según una fuente cercana del Parlamento iraquí que habló en calidad de anónimo, “Salih renunciará si hay más presión”.

El anuncio de Salih se dio en medio de un actual estancamiento político en el país y la incapacidad del líder de designar a un primer ministro.

“El presidente dice que prefiere renunciar antes que designar a un candidato que los manifestantes se nieguen a aceptar”, agregó la fuente.

El Parlamento iraquí suspendió su sesión hasta nuevo aviso, después de que Salih se negó a nombrar a Asaad al-Eidani, gobernador de la provincia de Basora del sur del país, como primer ministro para poder conformar un gobierno.

La reunión fue suspendida después de que concluyó la primera sesión en la que se discutieron las enmiendas propuestas para la ley de gestión de financiamiento federal. En la segunda sesión se esperaba discutir una ley unificada de pensión, pero fue cancelada.

La suspensión de la sesión parlamentaria se produjo en medio de un acalorado debate sobre el nombramiento de un nuevo primer ministro.

Este jueves, un grupo de activistas se rehusó a aceptar a Al-Eidani como candidato a primer ministro, argumentando que él fue responsable del asesinato de varios manifestantes en Basora, donde se desempeña como gobernador.

El saliente ministro de Educación Qusay al-Suhail, rechazó este miércoles su nominación para convertirse en el primer ministro del país.

Desde principios de octubre, Irak se ha visto afectado por masivas protestas en contra de las decadentes condiciones de vida y acusaciones de corrupción, lo que causó la renuncia del primer ministro Adel Abdul-Mahdi.

La ira ha aumentado en Irak en los últimos años debido al creciente desempleo y la corrupción. Muchas personas en el país tienen acceso limitado a servicios básicos como electricidad y agua potable.

Según cifras arrojadas por la Alta Comisión Iraquí de Derechos Humanos, al menos 496 iraquíes han sido asesinados y 17.000 más han resultado heridos en las protestas que iniciaron el 1 de octubre.

*Traducido por Daniela Mendoza.