Amnistía Internacional revela nuevas pruebas de ataques contra musulmanes en Myanmar
Con la nueva evidencia, la organización pudo confirmar la veracidad de los informes que señalaban que civiles de la región, incluidos niños, fueron asesinados y sus aldeas incendiadas el 3 de septiembre.

ANKARA, Turquía
Amnistía Internacional (AI) reveló nuevas pruebas sobre los ataques contra civiles en el estado de Rakáin durante el conflicto entre el Ejército de Miyanmar y los separatistas budistas que buscan la autonomía de la región.
La organización internacional recolectó pruebas de fotografías y escenas filmadas por cámaras y satélites, así como informes de medios de comunicación y organizaciones civiles.
Con la nueva evidencia, la organización pudo confirmar la veracidad de los informes que señalan que civiles de la región, incluidos niños, fueron asesinados y sus aldeas incendiadas el 3 de septiembre.
Un experto en armas de Amnistía Internacional analizó las imágenes de las minas terrestres en Rakáin y reveló que se trata de minas terrestres MM2 utilizadas por el Ejército birmano.
La organización también señaló que no hay pruebas que indiquen una disminución en la intensidad de los enfrentamientos entre el Ejército de Myanmar y los budistas separatistas.
Cabe recordar que el estado de Rakáin experimenta una escalada en el conflicto armado desde finales de 2018.
Durante estos enfrentamientos, al menos 289 civiles han muerto en Rakáin y el estado adyacente de Chin.
Human Rights Watch (HRW) publicó un informe el 8 de octubre en el que en el que saca a la luz el alto nivel de marginación y segregación que viven los refugiados de la etnia rohinyá en campamentos ubicados en el estado de Rakáin, en Myanmar.
En el informe de 169 páginas, titulado “Una prisión abierta sin fin: la detención masiva de los rohinyás en el Estado de Rakáin de Myanmar”, se documentan las condiciones inhumanas de aproximadamente 130.000 musulmanes de la etnia rohinyá que viven en 24 campamentos, o entornos similares a campamentos, en el centro de Rakáin desde 2012.
Un pueblo perseguido
Los rohinyá, descritos por la ONU como el pueblo más perseguido del mundo, se han enfrentado a los crecientes miedos de ataques desde que decenas de personas fueron asesinadas en una violencia generalizada en 2012.
El 25 de agosto de 2017 el Ejército de Birmania lanzó una gran operación de represión en contra de la minoría étnica musulmana, que causó la muerte de aproximadamente 24.000 civiles y forzó a otros 750.000 a huir hacia Bangladés, según un reporte publicado por la Agencia de Desarrollo Internacional de Ontario (OIDA).
Más de 34.000 personas fueron arrojadas al fuego, mientras que más de 114.000 fueron golpeadas, según la investigación. Además, aproximadamente 17.718 mujeres y niñas rohinyá fueron violadas desde que el Ejército y la Policía de Birmania atacaron sistemáticamente al grupo musulmán.
Los refugiados escapan de operaciones en las cuales las Fuerzas Armadas y hordas de budistas han asesinado hombres, mujeres y niños, saqueado hogares y quemado aldeas enteras.
La ONU documentó violaciones masivas, asesinatos (incluso de bebés y niños pequeños), brutales palizas y desapariciones cometidas por las fuerzas de seguridad.
*Aicha Sandoval Alaguna contribuyó con la redacción de esta nota.