Al menos 200 civiles afganos murieron durante el mes sagrado del Ramadán
La lucha se intensificó en toda Afganistán, pues las partes en conflicto han adoptado una postura ofensiva feroz en medio de las negociaciones de paz.

KABUL, Afganistán
A medida que los talibanes se siguen involucrando en una serie de diálogos de reconciliación, la guerra que no da signos de una tregua en Afganistán y ha causado la muerte de unos 200 civiles durante el mes sagrado del Ramadán.
Las cifras compiladas por la Agencia Anadolu sugieren que una serie de explosiones de minas, ataques suicidas, asesinatos dirigidos y ataques aéreos han causado la muerte de al menos 200 civiles, mientras que más de 300 han salido heridos en 16 de las 34 provincias que componen el país desde el 6 de mayo, cuando empezó el mes sagrado del islam.
Solo la capital, Kabul, fue sacudida por tres ataques terroristas en la última semana de mayo, causando la muerte de seis soldados y cinco civiles, mientras que más de 20 civiles resultaron heridos. Sin embargo, Gazni siguió siendo la provincia más volátil del país este mes.
Durante el mes de Ramadán, 33 niños afganos y 14 mujeres murieron, mientras que 34 niños más y 9 mujeres resultaron heridos en diferentes incidentes violentos, informó el Grupo de Defensa de Protección Civil, una red de 20 instituciones de la sociedad civil.
Bajo los ministros del Interior y de Defensa recién nombrados, Massound Andrabi y Assadullah Khalid, respectivamente, las fuerzas de seguridad afganas han sido renovadas y moldeadas en una postura relativamente agresiva contra los insurgentes.
Las fuerzas de seguridad afganas lograron recuperar el distrito de Deh Yaq, en la provincia de Gazni, este mes después de casi dos años de control talibán.
El pasado domingo las fuerzas de seguridad y los talibanes afirmaron haber matado a unos 100 combatientes de bandos opuestos en la provincia central de Gazni, en medio de un evidente aumento en los combates.
El Ministerio de Defensa se jactó de haber matado este mes a 160 miembros de la llamada “Unidad Roja” de combatientes talibanes en las provincias de Gazni y Vardak.
Los talibanes, por otro lado, abrieron nuevos frentes, como en la provincia central de Gaur, donde la semana pasada fueron asesinados 18 miembros de las fuerzas de seguridad. En la provincia vecina de Bagdis los insurgentes lograron recuperar Bala Murhab asesinando al menos a 12 personas de las fuerzas de seguridad en los puestos de control en las afueras del distrito volátil.
El ex jefe de espías del país, Rehmatullah Nabil, dijo en una conferencia de prensa en Kabul el domingo que se producen más enfrentamientos mortales mientras los talibanes buscan tener ventaja en las conversaciones de paz propuestas con Estados Unidos.
"Los talibanes evitan el cese al fuego"
A raíz de la creciente presión social y diplomática sobre los talibanes para el cese del fuego combinada con las intensas ofensivas aéreas y terrestres de las fuerzas afganas, los insurgentes adoptaron una postura igualmente agresiva tanto en el frente diplomático como en el de la guerra este mes.
Mirza Mohammad Yarmand, un analista de asuntos de seguridad residente en Kabul, argumentó que los talibanes están evitando anunciar un cese al fuego con motivo del Ramadán o el Eid al-Fitr sobre las directivas de sus partidarios extranjeros.
“Nadie debe esperar que vertamos agua fría en los frentes de batalla acalorados del 'Yihad' o que olvidemos nuestros sacrificios de cuarenta años antes de alcanzar nuestros objetivos”, dijo el líder talibán Mawlawi Hibatullah Akhundzada, en un mensaje previo al Eid al-Fitr (celebración del fin del Ramadán).
Akhundzada culpó al gobierno afgano por intentar sabotear el diálogo entre los talibanes y las figuras políticas afganas “al buscar prominencia”.
Sus comentarios se dieron en referencia clara a las múltiples rondas de conversaciones en Moscú entre los insurgentes y políticos afganos de los grupos de oposición en los que el gobierno de Kabul no tenía representación oficial.
En respuesta a esto, Zalmay Khalilzad, el principal negociador de paz de Estados Unidos, dijo en una serie de tuits que la declaración del Eid del líder talibán brinda un apoyo positivo al proceso de paz y un deseo de participar en el diálogo con otros afganos y en un acuerdo político final. Eso requerirá poder compartido.
“Al mismo tiempo, el tono grandilocuente de la declaración es innecesario y solo sirve para complicar e interrumpir a medida que avanzamos en las conversaciones de paz. La declaración sugiere que Estados Unidos busca la violencia. No es lo que buscamos. El nivel de violencia en Afganistán es inaceptable y no tenemos ningún deseo de perpetuarlo”, agregó Khalilzad.
Waheed Mujda, un experto en asuntos talibanes, le dijo a la Agencia Anadolu que hay una fuerte oposición entre las filas de los talibanes hacia la idea de un alto al fuego en esta etapa.
“Ellos (los talibanes) ven la presencia de tropas extranjeras en Afganistán como una justificación para la continuación de los combates. El año pasado, cuando los talibanes entraron en un breve cese al fuego, muchos de los principales líderes (talibanes) no estaban felices con la idea”.
Los talibanes y el enviado de Estados Unidos están listos para reanudar los diálogos políticos en Doha, la capital de Catar, a finales de este mes sobre las formas y medios para poner fin a esta guerra de 18 años.
*Daniela Mendoza contribuyó con la redacción de esta nota.
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