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Afganistán considera a China como un mediador de paz

La creciente influencia de Pekín en la región y con las partes en conflicto es considerada fundamental para la reanudación de los diálogos de paz en Afganistán.

Shadi Khan Saif  | 05.11.2019 - Actualızacıón : 06.11.2019
Afganistán considera a China como un mediador de paz Bandera de China. (Fuat Kabakçı - Archivo Agencia Anadolu)

KABUL, Afganistán

Mientras la guerra en Afganistán cumple 19 años, Kabul mira hacia Oriente, a China, para poder reanudar el estancado proceso de paz en el país.

Después de intensos enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los talibanes en medio de las iniciativas para poder reavivar los diálogos de paz, realizadas en varias capitales del mundo, la oferta de China para albergar a las facciones rivales y llevar a cabo una reunión ha sido bien recibida por los afganos.

Según la oficina del presidente Ashraf Ghani, el gobierno de Kabul enviará un equipo exclusivo de negociadores a Pekín para participar en los diálogos con los talibanes. 

El portavoz de Ghani, Sediq Sediqqi, dijo a los periodistas en Kabul este domingo que se están adelantando discusiones con las partes interesadas sobre la formación del equipo.

“Este equipo puede representar y defender a Afganistán, la democracia y todos aquellos valores que se han adquirido con tanto esfuerzo”, afirmó Sediqqi.

Los talibanes casi cierran un importante acuerdo de paz con Estados Unidos tras nueve meses de negociaciones maratónicas principalmente en la capital de Catar, Doha, antes de que el presidente Donald Trump cancelara los diálogos el 7 de septiembre, a raíz de una cadena de ataques mortales por parte de los insurgentes en Afganistán.

Ahora, los talibanes ya aceptaron la invitación de China y designaron un equipo para participar en el encuentro, liderado por su cofundador, Mullah Abdul Ghani Baradar.

Aún no se ha confirmado si reconocen y llevarán a cabo reuniones con la administración de Kabul.

Fuentes del gobierno confirmaron a la Agencia Anadolu que esta crucial reunión está en pausa hasta que se conozcan los resultados de las retrasadas elecciones presidenciales en Afganistán.

El equilibrio de los chinos en medio de los intereses en conflicto

Expertos en política, incluido Waheed Mujda, un antiguo funcionario que trabajó en el Gobierno durante el periodo en el que los insurgentes lideraron el país, entre 1996 y 2001, argumenta que China podría generar un impulso nuevo y más dinámico para reanudar un acuerdo pacífico en Afganistán.

“Usualmente, los países anfitriones para dichas conferencias hasta el momento han servido solo como facilitadores. Pero China es un país al cual los talibanes les gustaría ver como garante u observador para firmar un eventual acuerdo de paz, lo cual es una demostración clara de confianza”, sostuvo Mujda, quien agregó que el gobierno de Kabul también considera a Pekín como un jugador neutral en este complejo conflicto en el que tienen intereses varios jugadores .

Los otros actores clave, (Estados Unidos y Pakistán) también aceptaron la propuesta de China de llevar a cabo la próxima reunión intra-afgana en Pekín. La propuesta fue hecha y aprobada durante una reunión en la que participaron enviados especiales para Afganistán de China, Rusia y Estados Unidos, en Moscú, el 25 de octubre.

Aún así, Mujda cree que los conflictos de intereses regionales entre China, India, Estados Unidos y Pakistán solo pueden superarse si se llega a un entendimiento de alto nivel en Washington y Pekín.

La analista Wang Wenwen, quien residen en China y es columnista del Global Times, aseguró en declaraciones a la Agencia Anadolu que estos son tiempos desafiantes para los afganos. 

“Cada potencia se está esforzando por tener algún tipo de dominio sobre Afganistán. Estados Unidos teme que China pueda llenar el vacío que deja (después de la propuesta retirada de sus tropas), e India ha competido desde hace mucho con China por un liderazgo regional. Esto pone a prueba la sabiduría del gobierno afgano para equilibrar los intereses de estas potencias”, afirmó la analista, quien señaló que Pekín podría lograr un balance entre Pakistán y Afganistán, e incluso con India.

En medio de los esfuerzos por dar vida de nuevo a los estancados diálogos de reconciliación, el Gobierno afgano presentó el mes pasado un ambicioso plan de siete puntos.

El ambicioso llamado a un cese al fuego

En el contexto de una insurgencia armada resistente y las conversaciones de paz fallidas entre Estados Unidos y los talibanes, el principal asesor de seguridad del presidente Ghani, Hamdullah Mohib, anunció en una rueda de prensa que una paz duradera en Afganistán solo sería posible si Pakistán convencía a los talibanes de abandonar sus armas en vez de buscar privilegios por medio de las negociaciones con Estados Unidos.

“Descubrimos que los talibanes no estaban unidos. No tienen el control sobre la guerra, y algunos comandantes clave de los talibanes se unieron a Daesh”, mencionó el asesor, quien destacó las fracturas en las filas de los talibanes a pesar de que los insurgentes han logrado realizar ataques mortales en diferentes partes del país.

Al hacer que la reanudación de las conversaciones de paz esté condicionada al anuncio de un alto el fuego total, Mohib dijo que las negociaciones también deben tener lugar con Pakistán, por lo que este país debe garantizar que no apoyará a los rebeldes ni les brindará refugio.

“Las garantías de paz tanto de los talibanes como de Pakistán son importantes”, aseveró el asesor afgano.

El plan de siete puntos propone negociaciones con Estados Unidos, la OTAN, los talibanes y Pakistán, que se construya un consenso con socios regionales e internacionales, además de discusiones con Occidente y organizaciones internacionales, que se fortalezcan las instituciones a nivel nacional y que se aborden las quejas desde lo local.

Los talibanes aún no responden al plan propuesto. Hasta el momento, el grupo se ha mostrado reacio a reconocer y mucho menos a hablar con el Gobierno afgano como un representante legítimo del pueblo.

Akram Arifi, profesor de la Universidad de Kabul, tiene una perspectiva única sobre el papel de China en este escenario.

“Bajo tal punto muerto, siempre existe la necesidad de guardar las apariencias y reiniciar con dignidad los diálogos y con los buenos lazos que se perciben con Pakistán, los talibanes y Estados Unidos, China puede ayudar a remover las ambigüedades y, como un socio neutral, dar vida a los diálogos con un espíritu renovado”, indicó Arifi.

China ha mostrado un gran interés en extraer los vastos recursos minerales no explotados en Afganistán, además de invertir cerca de USD 50.000 millones en proyectos de infraestructura en el vecino Pakistán como parte del Corredor Económico China-Pakistán vinculado a la Iniciativa multimillonaria 'Belt and Road'.

*Traducido por Daniela Mendoza.

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